Venezuela: Ejemplo de educación popular
En nuestras escuelas y colegios se repiten en innumerables ocasiones roles y conductas que nos dibujan las diferentes posiciones que se toman en la sociedad. Cualquier persona que haya participado en el sistema educativo capitalista, se verá reflejado en ellas. Los estudiantes revoltosos que pasan de curso, los que son excluidos por sus capacidades, los que no se amoldan a la pedagogía y son reprimidos, los niños de papá, los que pasan desapercibidos...
Itsaso Lekuona y Xabier Lasa, militantes de Askapena
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Lo mismo pasa en la sociedad capitalista. Están los exentos de cumplir las normas del estado (impuestos,
leyes de medio ambiente, laborales…) por su «buen hacer» en el sistema, como las grandes corporaciones
y la oligarquía monopolista mundial. Están los que mediante la corrupción asumida, compran su situación
social, como las mafias. Por otro lado, está la gente que por su lucha y resistencia contra este sistema que
los excluye, ha sido reprimida. Y por último, la inmensa mayoría, que aguanta lo que le echan, asumiendo
la autoridad como norma, aun sabiendo que les engañan, pero con un profundo miedo al cambio.
Pero hay ocasiones en el que ese sistema empieza a tambalearse, como ha pasado en las últimas décadas
en Venezuela. Donde a los que tienen el poder se les fuerza a cumplir las normas. Donde a los que son
corruptos se les aplican las normas para que dejen de robar. Donde los que son excluidos vuelven a ser
parte del sistema, y donde los que luchan por un mundo mejor, intentan cambiar el orden de las cosas. Así
las masas pasan de mirar a los que les aterran y se liberan de su sumisión poniéndose al lado de los que
habían estado excluidos. Es entonces cuando los que lo tienen todo se vuelven a poner nerviosos, y
utilizan su poder para seguir manteniendo el orden que les sustenta en el poder.
Esa es la realidad, cada vez más cruda, que nos muestra Venezuela. Una lucha entre los que necesitan
recuperar el poder perdido y los que defienden el poder popular. La lucha antagónica entre la burguesía,
los corruptos y los que hasta ahora habían estado excluidos. Una lucha histórica, que sigue avanzando a
pesar de sus contradicciones.
Y cuando las contradicciones se agudizan, es importante tomar posición. Y en el caso venezolano ha
llegado ese momento. El proceso revolucionario Bolivariano, todos estos años, nos ha dado una clase
magistral de educación popular. Hemos visto nacer de un sistema corrupto y vasallo del imperialismo
yanqui, otro mundo donde los excluidos han asumido su papel de cambio. Donde, la pedagogía popular y
democrática ha creado espacios en el que el poder capitalista se ha tambaleado. Espacios como los
innumerables consejos comunales, las comunas, las empresas petrolíferas nacionalizadas, o los procesos
constituyentes. Con todas las contradicciones, los excluidos han conseguido poner en jaque a las
oligarquías trasnacionales y han puesto los cimientos para construir otro mundo.
A estas alturas de la lucha, ya no existe espacio para las medias tintas. Ya no caben soluciones
edulcoradas. En Venezuela son evidentes las posturas y de ahí la tensión generalizada en el país. La
violencia de las oligarquías, fascistas y golpistas, frente al poder popular organizado. La balanza caerá
según la fuerza de cada una de las partes.
En Euskal Herria, la derecha ha salido a la calle con el fascismo más repugnante, utilizando los grandes
medios de comunicación que apoyan la violencia golpista sin titubeos. Titubeos que si hemos tenido en la
izquierda vasca en un momento tan importante. Pero aquí tampoco hay espacio para relatividades. Es
momento de tomar posición, o defender los intereses de las clases populares venezolanas, o defender las
oligarquías imperialistas que están desestabilizando el país. O asumir la opresión que ejerce este sistema,
o apostar por derrotarlo y construir otro sistema que defienda los intereses del pueblo trabajador. La
batalla que actualmente se da en Venezuela, es una batalla entre dos mundos posibles, y por lo tanto
también es nuestra batalla.
Por todo ello, queremos hacer un llamamiento para ir a la manifestación del 18 de Junio en Bilbao en
apoyo al proceso revolucionario Bolivariano.
Por que, entendemos que en Euskal Herria, al igual que en
Venezuela, hay un pueblo que quiere avanzar en su lucha de liberación, en la construcción del socialismo
y seguir así con nuestra propia educación popular.