Una experiencia en el Sadar

Eguzkiñe Aiesa Andres

2016-ko abenduak 22

No me preguntéis cómo, pero el miércoles 21 de diciembre acabé el día en el palco VIP del Sadar. Pudimos ver bien el partido y comimos y bebimos gratis. Es más, no nos echamos unos kubatas porque no teníamos planeado acabar la noche en Santo Tomas, si no, auskalo! Y, sin embargo, al ir a entrar tras el descanso al campo, la Policía Nacional realizó un control de alcoholemia a la gente de Indar Gorri.

Al parecer, en el Sadar pueden estar bebidas sólo las Very Important Persons. Y es que, la verdad, ese palco es una imagen como pocas del clasismo, el capitalismo llevado a su máxima expresión. Todo lo que quisieras (¡todo!) podías cogerlo gratis, por ser vos quién sois. Te lo servían unas chicas (nótese que no incluyo “chicos”) jovencísimas, guapísimas y maquilladísimas, cuyo uniforme consistía en vestidos de esos que las mujeres normales no nos pondríamos ni en la intimidad. Chicas que, en un momento dado, no dudan en decirte que no enseñes mucho la Ikurriña en el palco, si no quieres que llamen a Seguridad (eso sí, se encargan de especificarte que es todo idea de la Directiva -a la que, quizás, le extrañe que cada vez más gente pida su dimisión-).

La misma Directiva, se entiende, que da la espalda cada vez que le parece a la más leal de las aficiones osasunistas, a la afición que se solidariza con las personas de Altsasu o de Iparralde exigiendo su excarcelación, o con la moza a la que no le dejan entrar al campo por haberse tomado un patxaran. La Directiva que da la espalda, precisamente, a la afición que cuando abandona el estadio deja que se oigan hasta las segadas de los jugadores.

Me dió la sensación como de estar rodeada de una pequeña muestra de la sociedad navarra que no conoce y apenas sabe que existe la Navarra real, la de los problemas a fin de mes y la de ahorrar antes de gastar o mirar la cuenta corriente con asiduidad. La verdad es que, mientras para acceder a los palcos haya que abstraerse del mundo de una misma, de la realidad en la que vivimos la mayoría de las personas navarras y disfrazarse de capitalista, no creo que me vean más por sitios semejantes…

En fin, que Osasuna por fin ha ganado su primer partido en el Sadar. ¡Que siga el circo!

Gehiago