Titiriterrorismo, cuando la realidad supera a la ficción
El sábado dos titiriteros fueron detenidos mientras representaban en un teatrillo de marionetas una sátira del poder, que trataba temas tan variados como la persecución política al movimiento libertario o el control social a través de la manipulación mediática.
Joseba Gines. Educador de barrio.
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Era la obra “La bruja y don Cristóbal” de la compañía Títeres desde Abajo, de la programación de los carnavales del Ayuntamiento de Madrid. Una obra del género de los títeres de cachiporras inspirada en el Retablillo de Don Cristóbal de Federico García Lorca.
Durante la actuación alguien a quien no le gustaría que jueces, caciques, policías o clérigos fueran los malos, llamó a la policía municipal. El pretexto era una pancarta de dos centímetros que decía “gora alka-eta”, de la que los del chivatazo no debieron pillar el sarcasmo. Se quejaban de que las escenas eran muy fuertes para sus peques, pero ya se sabe que la “protección” infantil es un magnifico pretexto para criminalizar personas e ideas. En esas llegaron los expertos en titiriterrorismo de los nacionales que los detuvieron y llevaron a comisaría.
A la par El País recibe el soplo y comienzan el linchamiento mediático a base de mentiras, manipulaciones y juicios de valor. Enseguida los profesionales de la caza de brujas de otros medios ultras se suman a la campaña de desprestigio ¡No de los titiriteros, no! sino del Ayuntamiento de Madrid, que ya no es gobernado por alguien de los suyos. Les fue muy bien cuando forzaron la dimisión de un concejal de Ahora Madrid por un comentario en twitter, y por qué no repetir.
Finalmente entra en escena un juez de la Audiencia Nacional que antes había sido policía franquista. Uno de esos jueces que no miraba a la cara de los detenidos cuando pasaban delante suya denunciando torturas, pero al que si que le gusta favorecer a duques para que se puedan ir de rositas en sus corruptelas. El juez tira del comodín del enaltecimiento del terrorismo, y decreta la excepcional prisión provisional sin fianza. Supongo que además ordenaría el cierre provisional del teatrillo y se llevarían a las marionETAs también detenidas. Aun faltaba por aparecer la fiscalía que vino con el comodín del interés del menor, diciendo que las escenas pudieron afectar a su “desarrollo intelectual y psicosocial”.
Si no fuera por el calvario que están pasando Raúl y Alfonso, aquí tienen el guión de una nueva obra. Una sátira para la que no hacía falta en la alcaldía a Manuela Carmena, porque Ana Botella la hubiera representado igual de cruel. Y es que el miedo de los pusilánimes es lo que huelen a la legua los enemigos de cualquier cambio político y social. Antes era el miedo al ruido de sables y ahora al ruido mediático, ambos con el mismo interés de coaccionar la legitimidad democrática.
No hace mucho que Títeres desde Abajo estuvieron en Iruñea. Allí nos recordaron que las herramientas educativas son esenciales para la transformación social, que las historias también pueden ser contadas por los oprimidos, o que con mucho ingenio y creatividad se puede ayudar a pensar que el miedo y el mundo pueden cambiar de bando. No nos cansaremos de pedir su libertad como la de todo preso encarcelado por sus ideas.