Tarajal en la memoria

Hace ya cinco años amanecíamos con la imagen de varios agentes de la Guardia Civil disparando material antidisturbios contra un grupo de personas que intentaban llegar a nado a costas europeas. Este hecho costó la vida de al menos 15 personas y supuso un afianzamiento público de lo que se permite en la frontera, de la violencia de un estado que ataca y expulsa a los testigos por la puerta de atrás, que actúa con total impunidad y sigue vendiendo seguridad contra enemigos invisibles.

Papeles y Derechos Denontzat y SOS Racismo Nafarroa.

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Pero no era un hecho aislado, formaba parte de los mecanismos de control, externalización y
cierre de fronteras, que se traducen en la doctrina migratoria de la Europa Fortaleza, La
misma doctrina que utiliza un lenguaje y unas estrategias bélicas para manipular la opinión
pública, la misma que pretende instaurar a cualquier precio un sistema que criminaliza el
derecho a migrar. 

Cinco años es tiempo suficiente como para poder analizar lo sucedido en Tarajal, un
procedimiento judicial con continuos intentos de archivo, en el que se tardó tres años en
hablar de seres humanos; una sucesión de ministros de Interior, amparados por sus gobiernos,
que han ido buscando el encaje legal a lo sucedido; unas víctimas de violencia de estado a las
que se les niega ese reconocimiento, cuyas familias ni siquiera han podido visitar las tumbas,
porque en aplicación de esas mismas leyes migratorias que amparaban el ataque, se les
denegaban los visados para entrar a este estado donde se juzga la muerte de sus familiares, la
última denegación por cierto, al propio Parlamento de Navarra el pasado mayo. Se les negó
hasta el derecho de poder inscribir la Asociación que crearon como “Familiares de Víctimas
de Tarajal”, porque esa denominación dañaba la imagen del Estado, y por supuesto se les ha
negado el legítimo derecho a obtener verdad, justicia y reparación. 

Frente al silencio cómplice y a los discursos criminalizadores, frente a toda esa violencia y
muerte en las fronteras, seguimos trabajando desde la solidaridad y por los procesos de
resistencia y lucha. No podemos permitir que nos sigan categorizando en función de los
intereses de un mercado, que nos reduce a mercancías y que desprecia la vida. No podemos
permitir que se sigan cuestionando y vulnerando los derechos, otorgando a los gobiernos la
decisión de quienes pueden vivir o no dentro unas fronteras que se redefinen constantemente
al servicio de los poderes económicos y políticos. 

Por todo ello, os animamos a acudir a la concentración que tendrá lugar el próximo día 6 de
febrero a las 19.30h en Mercaderes.

Gehiago