Por un río Arga sin plásticos

De un tiempo a esta parte y especialmente después de las riadas vemos con preocupación el estado del río Arga. Como se puede apreciar a simple vista, sus riberas están llenas de basuras de todo tipo especialmente plásticas. Recopilamos alguna información sobre la gestión del río (de los propios barrenderos) y llegamos a la conclusión que los servicios de limpieza son escasos.

María Carmen Soto Muro y Bittor Abarzuza Fontellas. Vecinos del Arga.

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Por ejemplo, para el tramo que corresponde a Pamplona (Ayuntamiento de Pamplona) hay solo 2

personas; mientras que en Burlada un servicio subcontratado a la empresa Arvena cuenta con 4

personas, que tampoco llegan a la limpieza de las riberas. Con el fin de interesarnos sobre el

particular mandamos un escrito a varias administraciones públicas, en concreto a los ayuntamientos

de Burlada, Pamplona y Villava, a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, a la Confederación

Hidrográfica del Ebro (CHE) y al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra. 

En dichas instancias, además de manifestar nuestra preocupación, solicitábamos que las instituciones

contemplen la idea de reforzar los servicios de limpieza con alguna fórmula adecuada:

estacionalmente, un día más a la semana (ya que sólo son dos), un empleado más por equipo,

equiparar los equipos (los dos empleados de Pamplona evidentemente no pueden llegar),

puntualmente tras inundaciones… Alguna fórmula para que algún día podamos contemplar un Arga

sin plásticos, ya que por lo menos hace cuatro o cinco generaciones que sus riberas son un verdadero

desastre. Un desastre que implica al Ebro, al Mediterráneo, al planeta y lógica y finalmente, no solo a

las especies vegetales y animales, sino a nuestra salud. 

Especialmente el tema de los plásticos es alarmante. Aunque no solo son plásticos, son: vidrios,

trapos, ropa, colillas, papeles, maderas, líquidos y químicos sin controlar, etc. Sugerimos a las

instituciones campañas de concienciación que lleven la basura que se encuentra en el Arga a la

misma plaza de los municipios como performance institucional. 

Por ejemplo, en supermercados y

mercados, donde vemos día a día la tendencia de los comerciantes a ofrecer bolsas de plástico (dos

bolsas incluso en las pescaderías) al mismo tiempo que la tendencia de los consumidores a pedir

bolsas y bolsas, sin que los ciclos de reciclaje parezcan ser del todo efectivos, a juzgar por los cientos

de guirnaldas que cuelgan estos días de los árboles del Arga. O, por poner otro ejemplo, de abuso del

plástico: la aberración del enfundador o embolsador de paraguas que se ha puesto de moda en

diferentes instituciones (Escuela de Idiomas) por no sacudirlo antes de entrar y tirar unas gotitas

(para que alguien tenga un puesto de trabajo). Y un etcétera bastante largo y penoso. Como el abuso

de empaquetamiento que las marcas hacen de los productos que compramos diariamente. 

¡Tendríamos que dejar todos esos envoltorios inútiles en los mismos comercios para que rebobinen

hacia atrás en la cadena del mercado y dejen de contaminar el planeta! Es por eso, que instábamos a

las administraciones a que se vaya al origen, a la prevención. Creemos que mucha de la basura del

Arga no puede proceder sino de las fábricas, talleres, huertos y demás instalaciones cercanas a sus

riberas, por lo que también solicitábamos análisis de su procedencia e inspecciones. Igualmente,

vemos con preocupación, que diversas actividades “populares” cercanas a las riberas ejercen un

impacto negativo sobre el río (calderetes, ferias…) y solicitamos algún tipo de solución. A nuestro

modo de ver, directamente, que no se hagan en estas zonas. Son sitios vulnerables y no adecuados

para actividades contaminantes. 

Nuestra valoración de las contestaciones de las diferentes administraciones no es muy positiva.

Bueno, contestaciones. Hace meses ya de esto y sólo el Área de Ecología Urbana y Movilidad de

Pamplona y el comisario de la CHE han tenido la amabilidad de contestarnos. Incluso el Área del

Ayuntamiento de Pamplona nos ha invitado a incorporarnos a las mesas de participación. 

Nos parece

especialmente preocupante que el resto de instituciones ni tan siquiera se haya dignado a darnos

una simple contestación. 

Creíamos que con sueldos tales como los del gerente de la Mancomunidad

(85.000 euros) “por derechos adquiridos” y su presidente (48.602,96 euros) no habría una sola

cáscara de pipa sin reciclar en los suelos de la comarca y ya ves, ni fu ni fa. También tenemos que

decir que la contestación de la CHE nos ha parecido amable, pero escasa; en un par de frases como

diciendo “me pongo a ello”. Estamos en tiempos de discursos sobre información pública,

transparencia y participación de la ciudadanía, especialmente que no se nos conteste no nos parece

de recibo. 

En cuanto a la respuesta del Área de Ecología Urbana del Ayuntamiento de Pamplona, si bien su

invitación nos parece del todo adecuada, también tenemos que manifestar nuestra postura crítica

con respecto a algunas cuestiones de su respuesta. Especialmente en el tema de promoción del

voluntariado ambiental “que puede servir de apoyo a estas labores de limpieza y prevención”. Como

se podrá entender perfectamente, nuestra propuesta es la de reforzar los servicios de limpieza con

empleo público, dada la sangrante bolsa de paro permanente que sufrimos. También nos parece que

el voluntariado ambiental hace una labor encomiable (con críos y adolescentes, etc.) y del todo

necesaria, pero en su ámbito. No creemos que las administraciones públicas deban usar

“trabajadores gratuitos” habiendo semejante bolsa de paro. Es algo que habíamos denegado a la

Srta. Barcina y que no creemos nada conveniente en la actualidad. Eso no quita para que no

entendamos que la mejor concienciación que se puede hacer sobre el problema del río Arga es la

concienciación in situ, verlo y tocarlo (learning by doing que dicen desde la pedagogía británica),

pero buscando un equilibrio socialmente sostenible y a nuestro modo de ver eso pasa por el empleo

de más trabajadores y trabajadoras para la limpieza del río. También por barca, único modo de

acceso en muchas ocasiones. 

Independientemente del modo, lo que sí parece cierto es que aunque se pusiera un regimiento de

limpieza, el problema seguiría ahí, por lo que creemos que ni hay que poner mucho servicio

(ofreciendo en bandeja la negativa idea de que “como me limpian, puedo manchar”) ni escasos,

como es la situación actual; sino los necesarios para evitar, si quiera de vez en cuando, tanta basura.

A nuestro modo de ver, el quid de la cuestión es no crear basura, por lo tanto, incidir en la

prevención. 

Hacemos finalmente un llamamiento a la ciudadanía para acercarse al Arga, bajar a sus laderas y

tomar cartas en el asunto. A los fabricantes, distribuidores y comerciantes: no más plástico. Por un

río sano y limpio: no olvides tu bolsa de reciclaje, ponte un cartel en la puerta.

Gehiago