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El pasado 17 de agosto el equipo de gobierno de UPN en el Ayuntamiento de Tudela, iluminaba la Casa del Reloj con los colores de la bandera venezolana. Se unía así a la campaña orquestada por la ultraderecha llamada “Gran protesta mundial por la verdad” para intentar desprestigiar y acusar de fraude electoral el proceso democrático que se había llevado a cabo el pasado 28 de julio en la República Bolivariana, el país americano con las mayores reservas de petróleo del planeta.

A estos comicios acudieron más de 750 observadores de 97 países diferentes, lo que las convertía en las elecciones más supervisadas del mundo, sin embargo, el intento de deslegitimar este proceso electoral ha sido continuo, mediante tácticas de guerra de 4ª generación. Tras los primeros días de las elecciones se dieron episodios de violencia, saqueo y asesinatos, dirigidos por la ultraderecha, promovidos por los medios de comunicación dominantes, las redes sociales y falsas narrativas, los llamados “comanditos” cuyo objetivo era amedrentar y perseguir a personas comprometidas con el chavismo, y que causaron más de 25 asesinados. Sin embargo, el pueblo venezolano fue capaz de organizarse y salió a las calles respondiendo desde la responsabilidad, la alegría y la defensa de la paz.

El mismo día que Toquero iluminaba la Casa del Reloj, Ayuso también se movilizaba con la oposición golpista venezolana en Madrid, y el pueblo organizado en Venezuela reunía centenares de miles de personas que defendían su soberanía, y la legitimidad de las elecciones, mediante la defensa del proyecto político que ahora lidera Nicolás Maduro. Este proceso electoral ha sido saboteado repetidamente mediante ataques cibernéticos originados desde Macedonia, intentos de magnicidio, acciones e intervenciones para generar una guerra civil financiada por Washington, fake news promovidas por el multimillonario Elon Musk…etc

Las luces que Toquero encendía el otro día en Tudela tenían como objetivo defender los intereses de la OTAN, y no al pueblo venezolano, que lleva más de ocho largos años de bloqueo y sanciones económicas, impuestas por EE.UU, y que han ahogado y empobrecido al pueblo, que por fin y pese a la guerra imperialista que sufre, ha recuperado su soberanía, su economía y su fortaleza[1]

Hace 25 años, Venezuela comenzaba un proceso revolucionario encabezado por Hugo Chávez, que suponía un cambio valiente y radical en la política exterior del país, y en consecuencia también en su política social, que se traducía en la defensa sus propios intereses económicos, ante las injerencias y las órdenes de EE.UU a las que había estado subordinada en  otros tiempos, y cuyo objetivo siempre ha sido controlar los recursos naturales como el agua, los minerales o el  petróleo del país, con la complicidad de las élites económicas venezolanas y también españolas, representadas por empresas como REPSOL.

Otras elecciones

A lo largo de este año 2024, además de en Venezuela se han dado diferentes procesos electorales en todo el mundo, como en Bangladesh, Finlandia, Bielorrusia, El Salvador, Irán, Croacia, Kuwait, Macedonia, Panamá… y en muchos de estos lugares esas elecciones han sido ganadas por fuerzas de ultraderecha, que en ningún caso han supuesto un riesgo para las élites económicas defendidas por la OTAN, ni el cuestionamiento y desprestigio al que está siendo sometida actualmente Venezuela. De hecho, el colmo de esta situación se ha dado en Ucrania, donde se deberían haber celebrado elecciones el 31 de marzo de este mismo año y, sin embargo, no se han realizado, pero el gobierno de Zelenski no ha sido cuestionado por parte del Ayuntamiento de Tudela, al contrario, este ayuntamiento no tardó en demostrar su simpatía por el gobierno filo nazi, y el envío de armas. Por supuesto, no ha habido en todo este tiempo luces para el Donbass, que desde 2014 sufrió la guerra, el hambre y los ataques de batallones nazis financiados por la UE. Además de todo esto el  pasado mes de mayo, el gobierno español firmaba un acuerdo con Volodimir Zelenski a través del cual enviará más de 1.129 millones de euros en armamento, para seguir alimentando una guerra en Europa contra Rusia, que sólo beneficia a EE.UU y a los multimillonarios ucranianos, que sacrifican a su pueblo, mientras hacen ostentación de la extrema riqueza que han acumulado en todo este tiempo de guerra.

Toquero tampoco ha tenido luces que encender para solidarizarse con el pueblo argentino que ha visto cómo en cuestión de meses su sociedad se empobrecía cómo no se había visto en veinte años[2], ni ha criticado a un loco como Milei, que consulta cuestiones de gobierno con su perro muerto, y desmontaba de un día para otro la estructura política, jurídica y social de Argentina, donde los precios al consumo han  subido más de un 160% en un año, y 7 de cada 10 niñas, niños y adolescentes viven en la más absoluta pobreza.

No hay luces contra el sionismo

El Ayuntamiento de Tudela tampoco ha encendido luces para denunciar el genocidio israelí contra el pueblo palestino, que ha causado el asesinato brutal de más de 40.000 personas en 10 meses. La mayoría de las víctimas son criaturas, mujeres y civiles, y de las cuales sus cuerpos se recuperan desmembrados, personas con nombres y apellidos, ilusiones y proyectos de vida, de las que apenas se pueden recoger sus restos, porque son atacadas y exterminadas con armamento de gran calibre, proporcionado por la UE y EE.UU y que jamás se había utilizado hasta ahora. No ha habido luces en solidaridad por Palestina por parte de este Ayuntamiento, denunciando el asedio y la destrucción de más del 85% de su territorio, el ataque a los campos de refugiados, o el hambre que imponen los colonos israelíes como arma de guerra, las torturas o las violaciones sistemáticas; era de esperar, este ayuntamiento ni tan siquiera ha puesto fin al hermanamiento con Tibierades, manteniendo una actitud cómplice con el genocidio, tal y como ha declarado la Corte Penal Internacional. Por no haber, no ha habido luz para realizar los actos que se han convocado en contra de este genocidio, porque el Ayuntamiento de Tudela lo ha denegado en todas las ocasiones en las que se ha solicitado. Aunque lo que sí ha sucedido han sido varias multas por colocar carteles que anunciaban estos actos de solidaridad, y que sitúan a este ayuntamiento en el bando sionista de este vergonzoso escenario, al que asistimos de manera hipócrita, racista y deshumanizada.

Lo que está sucediendo actualmente en Venezuela, en los territorios de Palestina ocupados, o en lugares como el Congo, donde la población es esclavizada para robarles sus recursos desde el mundo blanco occidental, son partes de una gran disputa global, en la que se está enfrentando cómo va a ser el futuro del planeta.

Para nosotras y nosotros es urgente preguntarse y prepararse para ser capaces de darle luz a procesos de transformación real, solidarios, en defensa de la humanidad, tanto en lo local como lo global, además de tener la voluntad y la capacidad para organizarnos ante el auge de las fuerzas fascistas, llenas de odio, frustración y codicia que trabajan por la acumulación de capital por encima de cualquier circunstancia.

[1]  El equipo económico del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) pronostica que la economía venezolana tendrá un crecimiento durante 2024 del 4,2%, con una inflación que viene desacelerándose de forma importante. Estimamos que cierre en torno al 30% al final del año, esto debido a la política de anclaje del tipo de cambio nominal que ha hecho que el dólar se mantenga en torno a los 36 Bs/$ durante los tres primeros meses del año. El consumo privado crecerá un 2,5% y la formación de capital fijo se expandirá este año en 14,9% La producción petrolera en el primer trimestre de 2024 se ubicó en 864 mil barriles por día (mbd), lo que representó un 18,4% mayor a lo producido en los tres primeros meses de 2023. El crudo Merey de referencia para Venezuela, promedió en el primer trimestre de 2024, 68,3 $/b, un 13,2% mayor al promedio de igual período del año pasado. De acuerdo a nuestros cálculos, el ingreso petrolero causado (sin considerar descuentos) en lo que va de año asciende a USD 4.460 millones, un 28,2% mayor al registrado el primer trimestre de 2023.

[2] En el primer trimestre de 2024 la pobreza afectó  en Argentina al 55,5% de la población, mientras que la indigencia aumentó al 17,5%. En el primer trimestre de 2024, 24,9 millones de personas residentes en áreas urbanas del país habrían estado en situación de pobreza (por debajo de la Canasta Básica Total), entre las cuales, 7,8 millones de personas en estado de pobreza extrema o indigencia (por debajo de la Canasta Básica Alimentaria). Estudio Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica (19/02/2024)