La Unión Europea sigue asesinando ¡Abramos las fronteras!
Ayer los diarios anunciaban que la Unión Europea sigue asesinando. La misma Unión Europea que con infinita hipocresía promulga la protección a la infancia, diariamente maltrata y asesina menores dentro y fuera de sus fronteras. De nuevo, asistimos con impotencia a la muerte de un menor de origen magrebí en Melilla, ahogado tras lanzarse al mar en un intento de alcanzar un barco que le llevase a costas peninsulares.
SOS Racismo Nafarroa
2016-ko martxoak 17
No conocemos su edad exacta, ni su nombre, pero podemos imaginarnos a un chaval con la cabeza llena de sueños. Imaginarnos sus proyectos, sus amistades, sus esperanzas,…y las dificultades y razones que le llevaron a lanzarse al agua.
No conocemos su nombre, pero muchos y muchas le guardaremos en la memoria. A él y a esos diez mil menores que siguen desaparecidos bajo el manto de desprotección de la Unión Europea. Menores y mayores por quienes Europa paga sumas millonarias a países colaboradores, como Marruecos o Turquía, para “hacer desaparecer el problema”. Como si la gente que huye o que migra por cualquier causa, fuese el problema. Como si el problema no fuesen la desigualdad, la guerra o el capitalismo.
Esta muerte pasa casi desapercibida en estos momentos, cuando miles de personas procedentes de Siria y de otros lugares se encuentran atrapadas en Grecia, Macedonia o Turquía sin las mínimas condiciones de alimentación, higiene o abrigo. Personas de todas las edades a las que paradójicamente se les denomina “refugiadas”, a pesar de estar abandonadas a su suerte, en lugares que, como Idomeni, se han convertido en escenario del horror. Personas, muchas de ellas golpeadas y humilladas por “agentes del orden”, negadas todas ellas de asilo y refugio; y del derecho a moverse libremente. Como las cientos de miles de personas provenientes de toda África que cada año son obligadas a cruzar las fronteras europeas en condiciones de clandestinidad, miles de las cuales siguen muriendo al intentar atravesarlas en lo que ha venido a denominarse “el genocidio del Mediterráneo”. Como nuestro muchacho desconocido.
Desgraciadamente, él ya no tiene un futuro. Pero sí que lo hay para tantos otros y tantas otras. Por su futuro, porque les queremos a salvo; porque la libre circulación es un derecho y una urgencia; porque el racismo de la Unión Europea sigue hoy asesinando; porque queremos hacer de estas tierras un lugar de acogida y no un cementerio; porque todos los derechos deben ser para todas las personas; porque queremos celebrar que un mundo sin muros es posible,… Por todo esto y mucho más, acude el sábado 19 de marzo a la manifestación que a las 12 del medio día tendrá lugar en Iruñea desde la Plaza del Castillo.