Ese día se me quedó en la memoria
Ese Día se me quedo en la memoria, ya la había visto más veces y de diferentes maneras, pero aquel día la vi bailar en todo su esplendor.
Arkaitz Otazu
2017-ko uztailak 4
Al fondo de la plaza vi como se acercaba tímidamente tras el estruendo de los gaiteros y
gaiteras, no sé que fue pero entre todo el gentío yo me fije en ella, es cierto que en ese
momento estaba atareado y no pude mostrarle demasiada atención. Entre los marianitos
zuritos y demás la barra se iba llenando poco a poco. La plaza de los ajos iba despertando tras
una noche de lo más bonita. Tocaron los grupos favoritos de la gente de la cuadrilla, y no
sabéis que risas cuando a Mikel se le cayó… Bueno que no me voy a liar ya sabéis como son las
noches de Sanfermin.
Pero esa mañana fue mágica, de normal siempre miraba a la gente que estaba en las
diferentes barras sirviendo al resto de las personas pero no llegaba a entender el por qué. Pero
esa mañana no sé si fue ella, que me cautivo, o el ambiente que se crea detrás de la barra,
tiquetera o demás trabajos que la gente hace en Sanfermines o diferentes fiestas de esta
antigua capital, pero me sentí de maravilla. Como decía, ella venia hacia nosotros o igual
simplemente pasaba por esa plaza en esa hora concreta, pero el movimiento de sus faldas me
hizo temblar, su altura, el sonido de los txistus que la acompañaban rodeada por miles de
personas, acompañando su mágica presencia. Y fue entonces cuando tras recorrer toda la calle
nuestras miradas se cruzaron, fueron unos segundos, igual incluso menos que un segundo,
pero me basto para recordar durante todo el año esos ojos negros. Esa sonrisa cautivadora,
que al igual que a mi desde pequeño me había cautivado, estaba sonriendo hasta a la mas
peque de la plaza. Pero ese día fue especial, ese día estaba haciendo mi turno, era mi
momentico en la plaza de los ajos, yo era el protagonista detrás de la barra mientras las
cuadrillas reían, los niños correteaban con los niños al grito de “¡con la berga, si con el palo
no!, otros sin embargo jugaban a toricos y los más atrevidos comentaban la Azaña del encierro
de esa misma mañana. Yo también disfrutaba entre el gentío pote va pote viene, buen trabajo
y lo mejor ese sentimiento de orgullo dentro de la barra, inmerso en el trabajo que brindamos
a esta ciudad.
Pensándolo bien ya la había visto otras veces pero aquel día, aquella mañana sanferminera,
aquel turno de barra con mis amigos y amigas, sentí como Braulia la 8ª giganta, la de los txistus
y no gaiteros me giñaba el ojo y me decía, “eskerrik asko” mientras me cautivaba con su
mirada y meneaba sus faldas rojas y blancas al ritmo de “Guk Euskaldunak gara Euskal
Herrikoak”. Eskerrik asko por dar ese granito de arena en esta sociedad comprometida con los
valores que compartimos orgullos, Euskaldunes, paritarios y sobre todo populares para todas
las personas. Porque pensándolo bien es de agradecerse a uno mismo coger el compromiso de
aportar nuestro trabajo por y para la ciudad. Es agradecido el sentirse útil y motor de cambio
de esta sociedad. Por esto mismo animo a todo gazte mayor o persona de esta ciudad que se
deje las perezas a un lado y que este año también se sume a aportar su esfuerzo en los
diferentes turnos que hay en Herri Sanferminak. Porque nos sentimos orgullos de esta ciudad y
debemos ser los motores de la misma. A mi Braulia me dijo “eskerrik asko” pero yo os digo,
animaros y entre todos haremos unos sanfermines para todos y para todas. Gora Herri
Sanferminak.