El “síndrome de la escoba”
Cada cual, en sindicalismo como en otros ordenes de la vida, defiende a su gente y en este caso los sindicatos defienden que su gente tenga trabajo, cosa que con una OPE basada en la demanda real de plazas vacantes no se produciría.
Txema Landa
2016-ko urtarrilak 31
En cualquier caso no son, siquiera, la mayoría sindical ni en la
administración, ni en educación las organizaciones que demandan
modificaciones en la OPE.
De este pleito llama la atención que la relación entre sindicatos y
partidos sea tan especial, pues normalmente, se dice y suele ser cierto,
que los sindicatos son la correa de transmisión de los partidos
políticos, pero me da la impresión que en el caso CCOO – IU ocurre al
revés, vamos que manda CCOO.
Esta situación era de esperar, la realidad supera con mucho a la
fantasía, el aumento de matriculaciones en el modelo D, el invento PAI
y el parón de natalidad, deja en situación precaria a quienes aspiran
a trabajar como docentes en la red pública y no han querido prepararse
para obtener titulación en euskara o en inglés, pero eso no se
soluciona sacando plazas en castellano que no van a cubrir vacantes
reales, se soluciona preparándose para el trabajo que realmente tienen
que hacer en las lenguas que tienen demanda.
A esto, hace ya mucho tiempo, le llamábamos “el síndrome de la escoba”
pues las y los docentes, que no se jubilen o no se reciclen, no van a
tener labor docente y les tendrán que dedicar a otras funciones,
incluidas las personas que incorporen en esta OPE que tanto preocupa a
algunas organizaciones sindicales.