Contra el imperialismo, contra la OTAN, de nuevo, no a la guerra

Han pasado casi siete años desde que la Trident Juncture, las mayores maniobras militares de la OTAN desde que acabara la Guerra Fría, se ensayaran en Bardenas. En aquellas maniobras, más de 30.000 soldados de diferentes países integrantes de la OTAN, usaron el sur de Europa para practicar la expansión militar, de la que somos testigos estos días.

Bardenas Libres

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En ellas se disparó fuego real en Bardenas, y se utilizó el aeródromo militar de Ablitas. En estas megamaniobras, Ucrania con su ejército, que ha bombardeado durante ocho años a la población del Donbas causando más de 13.000 muertes, participaba como país invitado. En ellas se pusieron en práctica tácticas de guerra híbrida, y “su carácter era disuasorio ante potenciales agresores de países de la OTAN”, decían entonces desde le Ministerio de Defensa español.

En Bardenas también se han ensayado las invasiones de Irak, de Afganistán, de Libia… se han practicado ejercicios bélicos disfrazados de acciones defensivas para invadir y saquear países como Somalia o Mali, donde los cascos azules acumulan numerosas denuncias por violación de mujeres y niñas, que aun sufren en sus carnes las consecuencias de las misiones de paz occidentales.

 En la actualidad, en Bardenas se prueba el armamento que el Estado Español vende a Arabia Saudí para destruir Yemen, y se siguen entrenando día si y noche también, misiones en las que se apuesta por que la OTAN se siga expandiendo hacia el Este, manteniendo el cerco contra Rusia y China.

Las consecuencias de todas estas guerras imperialistas, cuyo objetivo no ha sido otro que el de robar y dominar a los pueblos no alineados con la OTAN, ya las conocemos. No había armas de destrucción masiva en Irak, Libia es un estado fallido en el que la esclavitud es una realidad, Siria sufre estos días los bombardeos por parte de Israel y Afganistán es la última vergüenza de la Alianza del Atlántico Norte, donde el fascismo talibán ha sido financiado por EE.UU y la OTAN, y reconocidos como gobierno legítimo.

A lo largo de las últimas décadas, millones de personas han perdido la vida en el Mediterráneo, en su éxodo de huida de estas mismas guerras que exporta la OTAN, y que antes se han entrenado aquí, en el polígono de tiro de Bardenas. Millones de personas refugiadas buscan un lugar donde poder sobrevivir a mafias y mercenarios que se enriquecen de su desgracia. Y no parece que vaya a ser muy diferente en esta ocasión, tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y que la OTAN lleva años provocando. De hecho, desde que comenzara el conflicto en 2014, en el territorio del Donbas, se han recogido unas 90.000 solicitudes de asilo, según Acnur.

Las primeras afectadas son siempre las poblaciones civiles de la región, que ya se están viendo obligadas a pedir asilo en Rusia y en Polonia, país que ya el año pasado vio aumentar su ejército, así como el número de voluntarios paramilitares de ultraderecha, que parece sacarán tajada de la vigilancia privatizada de sus fronteras.

Ante esto, nuestra capacidad de acción se reduce a denunciar, una vez más la complicidad del Estado español con la OTAN y su aportación con la industria del armamento, al igual que la de la Comunidad de Bardenas, que se enriquece con el negocio de la guerra, los 19 ayuntamientos, los dos valles y el Monasterio de la Oliva son cómplices de toda esta barbarie, aunque estos días algunos elaboren declaraciones institucionales vacías de contenido, sin mover un dedo para cambiar la situación que si está en su mano.

Exigimos una vez más el cierre de este polígono militar y su actividad criminal, el cierre de todas las bases militares de la OTAN, así como la salida de esta organización criminal. Y apostamos por el desarme y el aumento del gasto público en cuidados y la solidaridad y apoyo real de la población civil que se ve afectada por esta y otras guerras, que previamente se han ensayado aquí, en las Bardenas, y apostamos por que triunfen los esfuerzos para una salida dialogada y caminemos hacia un planeta en el que las relaciones de respeto y apoyo mutuo entre los pueblos, sean más fuertes que el riesgo a una guerra nuclear.

¡¡Aquí empiezan las guerras, aquí debemos pararlas!!!
¡¡Desmantelamiento del polígono de tiro YA!!

Gehiago