Comunidad de Bardenas, agencia de viajes

En estos días del otoño catalán hemos conocido, o mejor dicho confirmado, el modelo de gestión que la Comunidad de Bardenas maneja.

Óscar Rodriguez Mesa. Bardenas YA!

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Las reacciones al informe de Comptos no han tardado en saltar a los medios. Por un lado, hemos
tenido quien ha puesto el foco en la falta de transparencia y el control público de lo que allí dentro
se cuece, así como en detalles como el hecho de que 30 personas sin conocimientos técnicos
visiten glaciares y cataratas para aprender como se gestiona un parque natural, conocido por
muchas y muchos como el desierto de las Bardenas. Creemos que el Canal de Navarra no dará
para convertir las Bardenas en el nuevo Serengeti, por muchos ñus que dé de brevar. 

Por otro lado, hemos tenido al Presidente de la Junta diciéndonos que el hecho de que viajasen
tantas personas, se debe al gran tamaño de la familia bardenera, casi tanto como su jeta,
añadiríamos. Tampoco han faltado quienes de manera carroñera no han dudado en usar un
muerto como arma arrojadiza contra quienes piden algo tan básico como es la transparencia,
caiga nuestra más profunda execración sobre ellos y ellas. 

Por nuestra parte, ni criticaremos ni aplaudiremos esos viajes, y optaremos por una tercera vía
que consiste en la recomendación de tres destinos, que a nuestro parecer, aportarán más
conocimiento a vuestra labor. 

El primer destino tiene que ver con la gestión de residuos y se sitúa en Vietnam, allí sus
ilustrísimas autoridades podrán comprobar cómo cuarenta años después, se siguen recogiendo las
quince millones de toneladas que lanzaron sobre el terreno los pilotos y aviones que por aquel
entonces se entrenaron en Bardenas. 

El segundo destino tiene que ver con la comunicación, tema de suma importancia en estos
tiempos de la información global, nos desplazaremos hasta Belgrado. Allí visitarán el edificio de la
Radio Televisión de Yugoslavia, completamente destruído por los aviones de la escuela bardenera,
y en el que murieron 16 trabajadores y trabajadoras. No pierdan la oportunidad de, una vez allí
mostrar a las autoridades locales su fuerte compromiso con la unidad territorial de los estados. 

El tercero será un viaje gastronómico, ya que todo no va a ser trabajar, y se sitúa cerca de aquí, en
Libia, uno de los últimos destinos de la aviación bardenera. Esperemos sea de su agrado lamer los
ríos de sangre inocente que cruzan el país, gracias a vuestra complicidad, no olviden llevar a toda
la familia a disfrutar del banquete.

Gehiago