Cómo no escribir un editorial en un medio comunista

No me motivan las movidas entre movimientos de izquierda. Sé que es lo que hay, que siempre las ha habido y que siempre las habrá, pero son absolutamente ajenas a la sociedad, a la clase trabajadora y a la arena política real. Tampoco me interesan los debates en redes sociales, y nunca participo. Esta vez haré una excepción.

Ángel López

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Como comunista, el editorial que Gedar ha publicado el 10 de mayo sobre Gara se me ha atravesado por su pobreza intelectual. Y se me ha atravesado precisamente por ser el editorial de un medio comunista. La orientación de la línea editorial del Gedar no es el objeto de este escrito (tampoco la de Gara), sino la escasa calidad del editorial titulado “La policía en Gara”.

Frente a aquellas personas que no comprenden las tensiones y las divisiones que se están dando en el seno de la izquierda independentista, el editorial explica por qué los comunistas deben enfrentarse a otros movimientos de izquierda que serían utópicos, para luego hacer una crítica sobre la publicidad que Gara ha publicado de la ertzaintza (publicidad por la que Gara cobra del gobierno vasco). Sin duda, la primera parte constituye el debate más interesante. Pero yo me centraré en la segunda parte, que es tan poco seria que parece mentira que forme parte de un editorial de un medio comunista.

El editorial termina formulando tres preguntas: “¿a causa de qué esa publicidad? Aun sabiendo que la publicidad sería problemática, ¿no había modo de evitarlo? ¿O, es que lo hicieron con total conformidad?”. De estas preguntas se extrae una conclusión terrible: Gedar no se ha preocupado por conocer las razones por las que Gara publica publicidad de la ertzaintza.

Tengo la suerte de que uno de mi cuadrilla ha trabajado durante años en Gara. Le he preguntado y me ha explicado las razones por las que el diario publica publicidad de la ertzaintza. No solo ahora, también durante la primera década de vida del medio, en el que ETA mató al menos a dos ertzainas y estos torturaron a decenas de militantes de la izquierda abertzale, en una realidad tremendamente tensa en la que la ertzaintza cometía muchísimos más “excesos” y mucho más graves que ahora. Entonces Gara también publicaba publicidad del cuerpo represivo mientras denunciaba sus prácticas autoritarias y violentas. Si en aquel contexto el medio y sus lectores tragaban con esa contradicción, imaginaos lo qué les puede importar ahora.

¿Por qué el Gara publica publicidad de la ertzaintza? Qué sencilla es la respuesta: porque lo necesita. Gara nació después de que Garzón cerrara Egin. La gran familia sociopolítica de la izquierda abertzale consiguió juntar 1.000 millones de pesetas para sacar otro medio. Seis millones de euros de los de entonces. Y en 2003, cuando el medio tenía cuatro años, el juez Garzón asignó a Gara la deuda que Egin tenía con la Seguridad Social. 4,7 millones de euros. Por el morro. Esto situó al medio en una situación permanente de suspensión de pagos. Tras dieciséis años en situación de inseguridad financiera, finalmente, gracias a un acuerdo con la Seguridad Social, la deuda se redujo a “tan solo” 3 millones de euros que, como todos sabréis, está pagando ahora.

Cuando, tras la revolución, Trotsky firmó la humillante paz de Brest-Litovsk, el gobierno de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia recibió críticas por haber llegado a un acuerdo con el imperialismo. Lenin explicó el acuerdo como un atraco en el que la víctima da a los atracadores lo que le piden a cambio de su libertad, y llamó “infantiles” a sus críticos. Salvando las evidentes distancias, Gara está pagando una deuda gigantesca (que no debía haber heredado) para que el proyecto sea viable, y publica publicidad, también institucional (que incluye la publicidad de la ertzaintza), porque lo necesita para que el proyecto sea viable. Es parte del precio a pagar para poder seguir existiendo, salvaguardando además la independencia de su línea editorial.

Es fácilmente comprobable que Gara defiende un modelo policial muy diferente al que ha caracterizado a la ertzaintza desde su nacimiento, no hay más que ver el papel que juegan el periódico o Naiz cada vez que el cuerpo policial se pasa. A botepronto, se me ocurre el ejemplo de la chavala a la que le rompieron la mandíbula de un pelotazo, o el “caso Cabacas”. Gara hizo pública la identidad de Ugarteko y tuvo por ello un juicio en el que se jugó el cierre ya que, teniendo pendiente la negociación de la deuda con la seguridad social, Ugarteko pedía 250.000 euros de indemnización.

¿Cómo escribir algo serio sin un conocimiento mínimo de la realidad? Es imposible. Por eso, este editorial de Gedar no es serio. ¡Y mira que la línea editorial de Gara es criticable! Que sois comunistas, joder. Los comunistas debemos ser justos y precisos y nuestras críticas, rigurosas e intachables. Si no, corremos el riesgo de quedar como charlatanes o peor: como mentirosos.

Gehiago