Ante el próximo 1 de mayo: Manifiesto unitario de ESK, CGT, CNT, Solidari y STEILAS

2016-ko apirilak 27

Su
crisis ha terminado. Eso es lo que nos repiten sin cesar una y otra vez
pero quienes pagamos esa crisis seguiremos pagando ahora sus
consecuencias. Precariedad y solo precariedad eso es lo único que nos
han dejado tras 8 largos años de asfixia.

Sus
sucesivas reformas laborales no han hecho más que precarizar nuestras
condiciones laborales aun más si cabe. Por si fuera poco al paro masivo
ahora tenemos que sumarle esa lista infinita de personas empleadas que a
pesar de serlo no pueden garantizar una vida digna.

El trabajo estable y
con derechos es ciencia ficción para la mayoría de la ciudadanía. Una
situación que también están padeciendo quienes trabajan en la
administración. Unos recortes como los habidos en sanidad y educación
que se traducen en una merma de derechos para los trabajadores y
trabajadoras pero también para la ciudadanía.

Los
nuevos trabajos son cada vez más cortos, los salarios más miserables y
las condiciones laborales más esclavistas.

No podemos olvidar tampoco
que la precariedad laboral tiene rostro de mujer, somos nosotras las que
padecemos peores condiciones laborales, nosotras quienes firmamos más
contratos parciales, quienes sufrimos la asfixiante brecha salarial que
hace que sigamos cobrando menos que nuestros compañeros, quienes
ocupamos los peores puestos y los peor pagados y quienes seguimos
teniendo dobles e incluso triples jornadas laborales.

Es
por todo esto que exigimos que de una vez por todas se derogue
inmediatamente las reformas laborales que han permitido y favorecido
esta situación insostenible.

Precariedad
laboral sí, pero también social. Una precariedad que se ha instalado en
nuestras vidas y que este sistema hetero-patriarcal, capitalista y
voraz con el medio ambiente hará lo posible por que se quede.

No tienen
suficiente con someternos a condiciones laborales pésimas sino que
además pretenden criminalizar la respuesta de la sociedad. La
encarcelación de nuestro compañero del SAT Andrés Bódalo o la multa
impuesta al periodista Axier López por hacer su trabajo son buena prueba
de ello. Mientras quienes más tienen, trileros y estafadores entre los
que hay 50 navarros, esconden su fortuna en Panamá, a nosotras nos
detienen, nos echan de nuestras casas y construyen alambradas que
impiden que quienes huyen del horror tengan un lugar donde cobijarse.
Pero no habrá mordaza ni ley que impida que sigamos exigiendo nuestros
derechos, por encima de sus absurdas leyes estamos nosotras trabajadores
y trabajadoras dispuestas a recuperar lo que es nuestro.

Y desde el
otro lado de su estúpida valla seguiremos dando la bienvenida a todos
los refugiados y refugiadas.

No
podemos seguir permitiendo que el 1% de la población acapare la mayor
parte de la riqueza. Es necesario acabar de una vez por todas con el
modelo que nos imponen, es hora de poner nuestro bienestar y nuestras
vidas en el centro. Es más necesario que nunca repartir los trabajos y
el empleo para que todas podamos, si queremos, trabajar. Pero no solo
eso, se trata de repartir el empleo y no la miseria, repartamos el
empleo sí, pero también la riqueza.

Tenemos
que hacer de las nuestras vidas que merezcan ser vividas, empecemos a
recuperar lo que nos han arrebatado, es hora de levantar la cabeza y al
igual que están haciendo nuestros compañeros y compañeras en Francia
llenemos las calles para decirles que se acabó, que frente a su
precariedad social y laboral está nuestra dignidad.

Gehiago