Abecedario climático

Alianza por el Clima Nafarroa

2023-ko abenduak 12

Parece que el mundo imaginario de Hollywood nos haya convencido de que tenemos que esperar a un superhéroe para cambiar el triste destino al que se encamina la humanidad. El futuro no va de superhéroes, equipados con sofisticadas armas y herramientas, va de lo contrario, de acción colectiva, de la suma de esfuerzos, trabajo en red, presuntamente insignificantes como instalar placas solares en nuestros tejados, olvidar el avión, tomar el tren y la bicicleta, cultivar nuestro huerto ecológico, reducir el consumo de carne, cuidar, limpiar y reparar en lugar de renovar, en suma, nada heroico. Sería complicado hacer una serie con este argumento.
La ecuación no se resuelve con H de hidrógeno, el actual superhéroe, tampoco con N de Nuclear, el héroe trasnochado que en la COP28 de Dubai quiere ser resucitado por más de 20 naciones.
Tampoco con P de petróleo, C de carbón, ni G de gas, por muy engañosamente “natural” que sea. El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) lleva años anunciando la necesidad de una reducción drástica de los combustibles fósiles, y el mundo, el nuestro, el del norte global, ignorando este sabio consejo, insaciable, aumenta su consumo y sus emisiones asociadas. Y la COP se ríe de nosotros, celebra la asamblea en Dubai y nombra Presidente de la cumbre a Sultán Al Jaber, Presidente de la Compañía Nacional de Petróleo, posiblemente una de las personas del mundo con menor interés en reducir el consumo de petróleo, una tomadura de pelo, una concesión al lobby del petróleo. Es la R de retardismo institucionalizado, es decir, retrasar u obstaculizar las medidas efectivas frente al calentamiento global. Un cómodo refugio para una población, como la nuestra, que no quiere renunciar a un modo de consumo que pone en peligro nuestra propia vida. Que no quiere enterarse de que el cambio climático mata, porque son muertes estadísticas. Según el Instituto de Salud Carlos III, en lo que va de año se han registrado en España 5.827 defunciones atribuibles al exceso o defecto de temperatura; que las cosechas disminuyen o que el mágico equilibrio de la naturaleza queda seriamente amenazado. Según Naciones Unidas, hasta un millón de especies están en riesgo de extinción debido al uso de la tierra, agravado por el calentamiento global. Cada nuevo informe o estudio, es cada vez más desalentador. Uno de ellos coordinado por la Universidad de Exeter y presentado en la COP28 de Dubái señala que la crisis climática tiene la capacidad de provocar una reacción en cadena de desequilibrios sin retorno a escala planetaria, un efecto dominó devastador. Parece que lo poco que hemos aprendido de la naturaleza, es la estrategia del avestruz. ¿Será necesario aún mayores desastres que afecten a Estados Unidos, Canadá, China o Europa para que las naciones acuerden una urgente acción climática?
La ecuación en Navarra parecía que se solventaba con la L de Ley Foral de Cambio
Climático y Transición Energética (LFCCTE), aplaudida y aprobada por unanimidad del
Parlamento Foral el 22 de marzo de 2022. Una ley, que a nuestro parecer no entrañaba la necesaria ambición para una acción climática coherente con los objetivos de mitigación y adaptación que la propia ley consagra, pero que al menos apuntaba en la necesaria dirección. Está L de ley deriva en una E de engaño, engaño ante la E de emergencia climática declarada por Gobierno y Parlamento en 2021: plazos incumplidos, presupuestos escasos, recursos mínimos, emisiones que aumentan, consumos que se disparan, proyectos faraónicos alejados de la necesaria contención, alejados del respeto a la tierra, papel mojado… bla, bla, bla, parafraseando a Greta Thunberg. Nuestra conclusión: I de incredulidad, no se lo creen, porque si no, hubieran hecho algo o hubieran dimitido. ¿Cuánto tiempo le hace falta a este nuevo Gobierno para hacerse digno de confianza? Que lo demuestren con números, con hechos, con otra R de reducción de emisiones y del consumo de combustibles fósiles, con presupuestos climáticos, con justicia climática. Reducir, decrecer, renunciar, moderar…son verbos que no conjuga fácilmente la gramática economicista.
¿Será necesario que Navarra sufra incendios devastadores como Canadá o Australia? ¿O sequías como las que sufre el Mediterráneo para que haya una acción decidida?
Esperemos que sea suficiente ver pelar las barbas del vecino.
¿Qué letras del abecedario nos ofrecen caminos de esperanza? La A de Adaptación nos es necesaria y urgente. Navarra carece de un plan de adaptación. Urge el plan, con dotación presupuestaria y voluntad de cumplimiento. Otra A de Asamblea Ciudadana, que acompaña las D de Democracia Deliberativa. Un ejercicio de madurez democrática ante el descrédito de las políticas públicas y la justicia. La constitución de una Asamblea Ciudadana por el clima, artículo 15 de la LFCCTE, que ofrezca consenso y compromiso con el clima. Otra A de ambición, porque es necesaria ante escenarios cada vez más oscuros. Una C una B, de Cuidado de la Biodiversidad, Compartimos este planeta con otras especies que conforman esta red de vida y las estamos destruyendo. Somos interdependientes y si la biodiversidad se pierde, perderemos nuestra seguridad alimentaria, seremos vulnerables ante desastres naturales, enfermedades, disponibilidad de agua limpia, etc Otra incómoda D de decrecimiento. Incómoda porque sabemos que es la solución pero llevarlo a cabo de forma justa es incompatible con nuestro sistema socioeconómico.
La indispensable F de la fiscalidad, porque sabemos que por ahora el bolsillo duele más que el clima. Que premie a quien reduzca su impacto en el clima y que haga pagar a quien más contamina, que son los ricos, los megaproyectos. La Disposición Segunda de la LFCCTE, establece que en un plazo de 3 meses se constituirá una comisión técnica que elaborará propuestas para aprobar en dos años uno o varios proyectos de leyes de fiscalidad y ambiental. Incumpliendo los plazos, tan solo hay un borrador de Ley de fiscalidad que entroniza el nuevo ídolo del hidrógeno y las renovables, ignorando la reducción de consumo de emisiones y la adaptación al clima.
Para finalizar, otra vocal indispensable para articular esperanzas, la E de educación ambiental, consagrada en el artículo 23 de la LFCCTE, y deliberadamente ignorada. Sólo conociendo las causas, los escenarios y las soluciones justas podremos hacer frente común al reto del cambio climático y minimizar el sufrimiento.

Gehiago