28 esperando Antzara

A lo largo de estos 25 años de vida, nuestra comunidad ha ido construyéndose a sí misma. En sus inicios Mendillorri no lo tuvo nada fácil, una población alejada del centro de Iruña y en medio de la nada, se le unió el prejuicio de algunos que veían en nuestras bonitas casas obreras de protección oficial un posible gueto.

José Javier Fabo Legarda (Txubi) en representación de EH Bildu Mendillorri.

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Si algo sabemos los vecinos y las vecinas de Mendillorri es que los prejuicios y las etiquetas tienen el valor que cada

persona les quiera dar. Y en esa ruptura, nuestro Mendillorri se ha construido en unidad, teniendo siempre

presente el compromiso hacia el conjunto de vecinas y vecinos del barrio, independientemente su condición

personal. 

En estos 25 años las luchas y reivindicaciones vecinales han retumbado con fuerza sobre los despachos

institucionales, despachos desde los que Mendillorri solamente ha obtenido negativas y silencios de quienes

ignoraban el día a día de nuestras vecinas. 

Esta dejadez institucional ha marcado la vida de nuestra comunidad de forma evidente, un barrio repleto de

fortalezas sin canalizar, trabajando en la precariedad social más absoluta, sin espacios vecinales y sujetos a

continuas sanciones por parte de los recaudadores municipales. 

La dejadez alcanzó cuotas escandalosas durante el último gobierno municipal de UPN. Con el 37% de menores de 24

años, UPN desoyó las indicaciones de los y las trabajadoras de Servicios Sociales que incidían en la necesidad de

contratar un equipo de trabajadoras y trabajadores comunitarios que trabajaran la prevención en infancia y

adolescencia o la necesidad de construir espacios adaptados al ocio y el tiempo libre de este sector poblacional. 

Está bien recordar que los gobiernos anteriores jamás han escuchado las demandas vecinales, demandas que a lo

largo de estos últimos años han sido numerosas por parte de nuestros vecinos y vecinas. 

Pero toda esta dejadez institucional también ha tenido consecuencias positivas para nuestra comunidad.

Mendillorri ha aprendido a construirse así mismo, comenzó a generar espacios y procesos de autonomía

comunitaria en los que el propio barrio impulsaba sus propias dinámicas. 

Es precisamente esta organización vecinal la que ha hecho posible Antzara, un espacio para el desarrollo

comunitario y la puesta en práctica de ideas, proyectos e ilusiones de la propia comunidad. Desde EH Bildu

Mendillorri queremos felicitar al barrio por todo el trabajo realizado a la hora de construir un proyecto vecinal

dirigido a empoderar al conjunto de vecinos y vecinas. Además queremos hacer nuestra la reivindicación de que sea

un proyecto del barrio y para el barrio. 

El papel del Ayuntamiento de Iruña debe ser el de facilitar que este proyecto salga adelante en los términos

adoptados por el conjunto de la comunidad. Desde Mendillorri entendemos que el gobierno del cambio debe

apoyar sin reparos los procesos abiertos por los movimientos vecinales y por los sectores que siempre han estado

silenciados durante los gobiernos anteriores. 

Antzara será el punto de encuentro de los movimientos populares y sociales de Mendillorri, un espacio abierto, sin

exclusiones, plural y comprometido con sus vecinas y vecinos ya que todas somos Mendillorri. 

Gora Antzara!

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