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Grandes momentos con grandes problemas, necesitan de grandes explicaciones, y grandes explicaciones nos llevan a grandes responsables.

Chris French y Robert Brotherton han teorizado el conspiracionismo desde la disciplina del psicologísmo. Ambos recoconocen que conspiraciones existen, por ejemplo, un grupo armado que realiza una acción, un servicio de inteligencia que planea un dispositivo, responde a una definición de conspiración. Lo que ellos han estudiado es el fenómeno de teorización de la conspiración, por la cual ya no hablamos de desvelar una u otra conspiración, sinó de aplicar una plantilla prefijada para buscar dar una explicación global a cualquier evento que sentimos y vivimos como relevante. Según estos investigadores, dos eventos graves pueden llevar a una teorización de conspiración en función de si estos son relevantes. Por ejemplo, el atentado de Kenedy, permitió desarrollar miles de teorías, en cambio el atentado fallido a Ronald Reagan en los años ochenta, apenas pudo entrar en este campo.

Para la psicóloga Helena Matute, los sesgos cognitivos en los que se apoyan a creencia y la adhesión a las conspiraciones teorizadas se deben a una propiedad neuronal de la que no solo disponemos todos los humanos, sinó que también supone una adaptación evolutiva.

La teoría tiene muy poco que ver, con ovnis, annunakis, tierras planas y otras, pero según estos psicólogos que se retrotraen a la época paleolítica de cazadores recolectores. El error de percepción, podría convertirse, irónicamente en una mayor capacidad adaptativa. El ejemplo es sencillo, los cazadores no solo son cazadores, también son presas potenciales que forman parte de la cadena alimenticia. Para poder conseguir una ventaja en esa cadena desarrollaron una capacidad a veces exagerada de detectar patrones allí donde veían por ejemplo una jungla frondosa y con poca luz. Aquellos que creíeran ver un depredador entre la maleza huían, aquellos que no distinguían el caos del patrón podían acabar en el estómago de un tigre o de un león. Con el tiempo esa capacidad exhacerbada de imaginar figuras donde no estaban daba una ventaja evolutiva frente a quienes tenían menos acentuada esa capacidad.

El psicólogo David Kanneman lo plasmó brillantemente en su ensayo “Cerebro rápido, Cerebro lento”. Según el único psicólogo al que se otorgó un premio nóbel en economía, cada vez que nuestro cerebro tiene que resolver un problema, existen dos mecanismos que entran en competencia, un mecanismo que consume poca energía pero que en lugar de realizar una reflexión con todas las herramientas cognitivas adquiridas, se limita a dar una solución por aproximación, como cuando no te sabes la respuesta y dices algo para ver si aciertas. Si la formulación del problema es problemática la probabilidad de equivocarse utilizando el mecanismo del cerebro rápido es mayor.

Ese decalaje entre esos dos procesos facilita que en cierto modo nos la cuelen, y desde el punto de vista de la ingeniería social, es una fuente de ciencia tanto para articular discursos políticos como las técnicas de venta comerciales.

Hoy realizamos una décima edición de esta crónica y en lugar de un invitado hemos llamado a dos. Miquel Ramos, es un conocido activista antifascista del País Valenciá, periodista cuyos artículos pueden ser leidos en medios como El Salto Diario, La Marea, Público, La Directa y New Yor Times, hoy su cuenta de twitter es una referencia para seguir todos los abusos policiales que se han dado en tiempos de confinamiento. Por otro lado Ricardo Feliú, profesor de sociología de la Universidad Pública de Navarra, publicó el ensayo Navarrismo Pop en el que radiografiaba la creación del discurso de la derecha regionalista navarra.

Lo que escuchamos es el trap escéptico de PayohSoulRebel al que podreis acceder a través de este vínculo: https://www.facebook.com/100000938035066/posts/3747683175272913/