Alternativas con rumbo a la gobernanza local y la sobernía alimentaria en clave de igualdad de género
Mundubat, Mugarik Gabe Nafarroa y Fundación IPES han llevado a cabo el proyecto de sensibilización “Hacia una gobernanza local y transformadora en clave de soberanía alimentaria e igualdad de género” en Nafarroa reuniéndose con mujeres del primer sector para conocer su realidad y su problemática.
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La Fundación Mundubat, Mugarik Gabe Nafarroa y
Fundación IPES han desarrollado durante los últimos meses un proyecto
de sensibilización denominado “Hacia una gobernanza local y transformadora en clave de soberanía alimentaria e igualdad de género” que ha contado con el apoyo económico del Gobierno foral y en el que han participado mujeres agricultoras y ganaderas de toda Nafarroa, además de agentes e instituciones locales como ayuntamientos o agencias de desarrollo
rural y colectivos de la sociedad civil.
Esta iniciativa ha tratado de recoger la realidad y
demandas de las mujeres productoras del primer sector, así como el trabajo que se está realizando en cada
merindad histórica. Ester Montero, una de las promotoras de la iniciativa y autora del “Mujeres productoras y soberanía
alimentaria en Navarra: una mirada desde el género”, elaborado a partir de los talleres
realizados con mujeres productoras en las cinco merindades y Gotzone
Sestorain, en representación de las mujeres participantes en el proceso, explicaron la delicada situación de las mujeres productoras en el mundo rural,
detallando las principales demandas del colectivo durante una sesión celebrada en el Parlamento foral y que puso punto final a 6 meses de arduo trabajo.
Sestorain, productora de Leitza denunció la situación que viven las pequeñas y medianas
producciones locales y ligadas al entorno, ya que la sociedad y la administración no conocen ni
valoran su trabajo; arrastran una sobrecarga de papeles y una burocracia muy compleja; la
evolución de las políticas de la administración les ha hecho dependientes de las ayudas
económicas, sin ningún tipo de legislación adaptada a la medida de sus explotaciones. Todo
esto conlleva el endeudamiento y una gran carga de trabajo, con las siguientes consecuencias:
primero, un estrés enorme y problemas de salud, y segundo, que la gente que se dedica a la
pequeña agricultura-ganadería se vea abocada a abandonar el oficio.
“A causa de estas políticas que se han llevado hasta ahora, la diversidad y riqueza de
actividades de agricultura y ganadería que disfrutábamos en Navarra está desapareciendo, y el
medio rural está perdiendo su labor principal, es decir, el alimentar a la población”, indicó.
La portavoz de las mujeres productoras añadió que estas viven en un entorno muy masculino y
machista y que su trabajo no se valora ni se tiene en cuenta.
Ambas subrayaron la necesidad de cambio del modelo productivo y solicitaron una apuesta
seria y firme por parte de la administración por la construcción de la soberanía alimentaria y
una agricultura sostenible social, ecológica y económicamente. En este sentido presentaron
un listado de propuestas concretas de acción repartidas en seis puntos: semillas, tierra, ayudas
públicas, venta directa y circuitos cortos de comercialización, educación y servicios públicos.
Nuevas políticas públicas de gobernanza alimentaria
Por su lado, representantes de cada merindad contaron los avances
que se está dando en su zona en relación con la gobernanza local alimentaria. También
pusieron en valor el proceso de sensibilización en la materia, que se ha sustanciado en un mes
intensivo de trabajo en cada merindad.
Desde la merindad de Tudela, Olga Risueño (concejala de la capital ribera), Santi Cordón
(Fundación Mascotas Verdes) y Diego Blanco (Colectivo Helianto) contaron los avances que se
están dando en relación a huertos urbanos, huertos sociales y huertos escolares.
Pedro Leralta (concejal de Tafalla) en representación de la merindad de Olite, habló sobre
iniciativas para el impulso de producciones locales, y expresó una gran preocupación por las
afecciones de megaproyectos como el TAV, que se suman a las afecciones de la agroindustria y
la destrucción del tejido local.
Por parte de la merindad de Estella, la concejala de la cabecera de merindad Emma Ruiz, explicó varias iniciativas de política alimentaria, y detalló sobre todo el nuevo proyecto del
mercado de producto local.
Imanol Ibero, productor de Aibar y presidente de EHNE Nafarroa, habló de la crítica situación
del sector, y como productor de la merindad de Sangüesa, denunció especialmente la
vulnerabilidad de la merindad y sus valles pirenaicos, quienes requieren una defensa activa.
Por último, Patricia Perales (concejala de Pamplona) y Joseba Otondo (alcalde de Baztán),
ambos en representación de la merindad de Iruñea, contaron los avances en materia de
gobernanza alimentaria.
El punto fuerte de Iruñea como entorno urbano, es su
compromiso con el Pacto de Milán y diversas políticas activas entre las que destacan el
cambio en el menú de las escuelas infantiles con producto fresco, local, ecológico y de
temporada, o el proyecto del Geltoki.
En el caso de entornos rurales como Baztán, Otondo
habló de diversos temas como la gestión de los comunales, el empoderamiento de
productores y productoras locales mediante la creación de la marca “Baztango Zaporeak” o el
fomento de la agroecología mediante la formación.
Frente a la alarmante situación de la pequeña agricultura, la creciente alianza campo-ciudad donde la soberanía alimentaria y las nuevas
políticas públicas que desean poner la alimentación en el centro toman cada vez más
relevancia y pueden suponer la mejora del primer sector con modelos más justos, sostenibles y
con perspectiva de género.