“Yo no he podido cumplir mi programa electoral”
2014-ko ekainak 12
De esta manera tan rotunda y sincera respondió José Mujica, presidente de Uruguay, en una entrevista concedida hace ya unas semanas en una cadena de televisión española para referirse a las políticas públicas que está llevando a cabo como presidente de Uruguay.
Afirmación que sin duda abre la puerta a una reflexión en un momento en el que las recien celebradas elecciones europeas han confirmado que en Nafarroa existe una mayoría social que hace posible articular una alternativa desde la izquierda, y derribar así el Régimen corrupto y fascista de UPPN-PSN que llevamos décadas padeciendo.
Hoy la sociedad de manera mayoritaria a través se su propio empoderamiento, en la calle mendiante las constantes luchas sociales y acciones y planteamientos de contra-poder, plantea la necesidad de un verdadero cambio que debe implementarse también con las políticas públicas en las instituciones.
Pero, ¿es posible esto cuando reconocemos la imposibilidad de cumplir nuestras políticas públicas alternativas?
El Derecho, ya lo decía Marx, es el instrumento, la herramienta del capitalismo para oprimir a la clase trabajadora, para impedir bajo manto de legalidad las aspiraciones de cualquier pueblo con conciencia a alcanzar la justicia social. En la actualidad es la herramienta que utiliza el capitalismo para frenar cualquier política alternativa que suponga un cambio y que las personas, los y las trabajadoras vivamos mejor. Así, son las leyes capitalistas de la Europa de la Troika, la Constitución española y el Amejoramiento las que impiden gravar las rentas más altas y repartir la riqueza, que la clase trabajadora sea dueña de su trabajo, que las mujeres puedan decir sobre su cuerpo o que los pueblos decidan democráticamente su futuro.
Ante esta represión de la burguesía a través de su Derecho surge la frustación al ser conscientes de que tenemos por delante una imposibilidad real que imposibilita tomar cualquir medida alternativa en ninguna institución, a pesar de contar con un apoyo social mayoritario que te legitima democráticamente para llevarla a cabo. Esta es la trampa de la democracia burguesa, de la democracia capitalista. Pero como dice Mujica esto no nos debe frustar, porque “somos socialistas, no tontos” y debemos trabajar por hacer realidad nuestra utopía. Y este pueblo conoce de sobra como hacerlo.
Es fundamental avanzar en un Frente Amplio de Izquierdas en Euskal Herria, que recoja todos los sectores políticos, sociales y sindicales para que el pueblo en su conjunto y a través de su conciencia y empoderamiento confronte democráticamente contra el Derecho, contra el capitalismo, avanzando hacia la justicia social, desobedeciendo también como pueblo.
Este pueblo es maduro y experto en crear contra-poder popular, defender la tierra, la cultura, los derechos sociales y hacer realidad nuestras alternativas aunque para ello se deba desobedecer.
La frustación ha servido para criticar a fuerzas que representan un cambio real porque chocar contra el muro de la imposibilidad crea muchísimas contradiciones. Pero de ellas hay que hablar, y como hizo Mujica que puso en valor el poder de la verdad revolucionaria, reconocer nuestras imposibilidades. Va a ser fundamental decirle la verdad y ser sinceros con nuestro pueblo aunque ello implique reconocer que el cambio en ocasiones es imposible que avance.
Así, en mi opinión, es fundamental avanzar en un Frente Amplio de Izquierdas en Euskal Herria, que recoja todos los sectores políticos, sociales y sindicales para que el pueblo en su conjunto y a través de su conciencia y empoderamiento confronte democráticamente contra el Derecho, contra el capitalismo, avanzando hacia la justicia social, desobedeciendo también como pueblo.
La utopía es posible, porque que sea una realidad o no está en las manos del pueblo.