ahötsa_

Miguel era uno de los repartidores del restaurante Koi Sushi de Iruñea. Tras varios incumplimientos del contrato por parte de  la dirección del local, irregularidades varias en los contratos e impedimento del descanso y las vacaciones, este joven fue despedido y pidió que se le pagara lo que se le debía. A la empresa se le planteó la regularización del contrato acorde con las horas reales de trabajo y con sus correspondientes días de descanso y vacaciones. Tras vencer el plazo que se les dió, comenzaron las movilizaciones.

Según relata la Red de Autodefensa Laboral “la reacción de la empresa fue la de crear un ambiente hostil en torno al trabajador, acosándolo, asignándole tareas que no le correspondían…” Finalmente, a los pocos días despidieron a Miguel de manera verbal negándose además a firmar dicho despido, “chantajeándolo con que firmara que trabajaba menos horas que las reales”. Tras estos hechos y vista la situación, el trabajador ya no quiso volver a su antiguo puesto y comenzó la pelea por el cobro del conjunto de horas extra impagadas que había acumulado desde que trabajaba allí, así como del finiquito y la indemnización por despido.

Tras mes y medio de movilizaciones frente al restaurante, finalmente Koi Sushi ha pagado el dinero que debía al trabajador. Desde la Red de Autodefensa Laboral afirman que “la única manera de defender nuestros intereses es de manera colectiva” y dan las gracias a todas las personas y colectivos que han tomado parte en esta lucha. “Seguimos tejiendo Red, mediante el apoyo mutuo y la solidaridad de clase”.