Vecinos de Erronkari denuncian intimidación y acoso policial ejercido por miembros de la Guardia Civil con motivo del paso de la Vuelta a España

Denuncian la “desmesurada actuación policial” y reclaman el derecho a vivir y trabajar tranquilos y denuncian el intento de criminalización de la solidaridad con el pueblo palestino.

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Vecinos y vecinas de Erronkari y miembros de Erronkariko Ibarra Palestinarekin denuncian que se han llevado a cabo multitud de controles y registros diarios por parte de miembros de los Grupos de Acción Rápida de la Guardia Civil, conocidos como GAR.

 En concreto, ayer 2 de septiembre a las 12:45 horas varios agentes de dicho cuerpo policial han parado en la localidad de Roncal el vehículo de un trabajador de la Junta del Valle de Roncal, que se dirigía a un sendero local del pueblo a reacondicionar las marcas identificatorias de dicho sendero. Tras explicar que se encontraba trabajando le han dejado pasar.

 Una vez en el sendero, que se encuentra en una zona alejada y poco transitada del pueblo, se ha encontrado con otra persona que estaba paseando. Las dos personas han iniciado una conversación cuando de repente los agentes que han estado siguiendo al trabajador para interceptarlo solo en el bosque, se han encontrado con que estaba con otra persona.

Hasta el inicio de la senda se han desplazado en 3 vehículos, en los que viajaban seis agentes, que de manera intimidatoria y violenta han procedido a pedir la identificación de ambas personas y han realizado cantidad de preguntas sobre la vida personal, tratando de relacionarlas con posibles acciones preparadas para denunciar la participación del equipo israelí en la Vuelta.

Han vertido diferentes acusaciones, como: “sabemos que tenéis preparado algo muy gordo para esta tarde y estáis implicados, así que mejor ir contándolo”. “Hasta que no lo contéis no os podéis ir”. “Llevamos más de 20 años en esto y ya sabemos cómo funciona la cosa” “Como pase algo hoy os lo vais a comer”.

Según cuentan han registrado el vehículo del trabajador, pidiéndole que dejase todas sus pertenencias en el interior del mismo. Y han amenazado con inmovilizar el vehículo en esa zona montañosa sino facilitaba información “sobre lo que iba a pasar”. Después de un registro intenso han procedido a realizar un interrogatorio a cada persona por separado. Al trabajador se lo han llevado a una zona aislada del bosque hasta en 3 ocasiones y han tratado de coaccionarlo con intimidación, violencia, amenazas e insistencia sobre sus posibles antecedentes.

En el caso de la chica que paseaba, los agentes, todos hombres, se la han llevado detrás de uno de los vehículos del GAR y han mantenido cierta cercanía “física” mientras realizaban preguntas en tono “amigable” fuera de lugar sobre su vida privada, su posible vinculación con el trabajador y temas que no estaban relacionados con el contexto, generando una situación incómoda y atravesada totalmente por el género. Finalmente, tras una hora de diferentes comprobaciones y falsas acusaciones han dejado que las dos personas se marchen, eso sí, con una foto del DNI y un documento impreso rellenado con la caligrafía de ambas, todo por “seguridad”. A la hora de rellenar el documento escrito han insistido mucho en que necesitaban los correos electrónicos y los teléfonos móviles por si fuera necesario contactar con las personas.

Gehiago