UPN o el cuento de La Reina desnuda

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Cuando la Presidenta del Gobierno, Yolanda Barcina, dice que “en Navarra hay corrupción cero”, o el dirigente de UPN, Sergio Sayas, dice que “no tiene nada que ver” el apoyar en Madrid una subcomisión sobre la financiación de los partidos, mientras se bloquea en Iruñea la investigación sobre el expolio de la CAN, se nos viene a la mente el cuento del Rey desnudo. Aquel en el que un monarca decía que iba vestido con un traje mágico que no podía ser visto por los necios, y aunque en realidad iba desnudo nadie quería pasar por necio y todos alababan la elegancia de la mágica vestimenta. Hasta que un niño puso en evidencia su hipocresía y falsedad.

 

Que en Navarra hay corrupción cero, y que no hay ningún cargo político condenado, es simplemente ¡MENTIRA! Y buena prueba de ello lo tenemos en Eguesibar. Los alcaldes de UPN han acabado o siendo condenados, como en el caso de Ignacio Galipienzo, por prevaricación y negociaciones prohibidas, o están pendientes de juicio en la Audiencia Provincial, como es el caso del alcalde que le sustituyó, Josetxo Andia, por malversación de fondos públicos. Sin olvidar que una de las que en realidad “cortaba el bacalao” en el Ayuntamiento, Carolina Potau, fue expulsada de UPN por las supuestas irregularidades cometidas en la tramitación del plan de movilidad del valle en 2008.

 

En realidad la corrupción institucional en Navarra ha existido y existe como en el resto del Estado Español. Porque a la corrupción personal y delictiva de algunos personajes, le antecede y le sirve de caldo de cultivo la corrupción de los planteamientos políticos. El Gobierno de UPN ha venido poniendo en pie toda clase de políticas fiscales, sociales, urbanas y financieras en beneficio de las grandes empresas de servicios y de la construcción. Su desaforada política de inversiones (TAV, Navarra Arena, Canal de Navarra, Los Arcos,…junto a actuaciones deleznables como en la CAN) se ha traducido en una insostenibilidad de la economía pública, que la actual situación no ha hecho sino agravar.

 

Al igual que el necio Rey, la Presidenta del Gobierno y su partido, siguen insistiendo en que la salida a la situación se encuentra en las privatizaciones, en las grandes infraestructuras como el TAV, y en las mismas medidas que han llevado a la crisis. Lo hace ante el círculo de empresarios, y para ello recaba la colaboración entre la CEN, UGT y CCOO, a quienes ha incentivado para ello con 545 millones de euros hasta 2017. ¿Corrupción cero? ¡No, corrupción con seis ceros y un 545 por delante!

 

Mientras, se permite el deterioro de la sanidad pública y de la enseñanza pública. Se carece totalmente de un parque público de vivienda que sirva para poner en pie una auténtica política de vivienda social. Se suceden los recortes a las ayudas sociales. Nuestro entorno ambiental se degrada inexorablemente. Las políticas de igualdad no dejan de ser meras proclamas vacías de contenido. Las cifras de desempleados en la Comunidad rondan las 48.000 personas. En definitiva el Gobierno de UPN no ha asumido ninguna responsabilidad política en la gestión de la crisis, y persiste en un programa de liquidación y exterminio de los servicios públicos y del patrimonio común, mostrando un increíble desprecio por las necesidades sociales de la ciudadanía. Esta crisis social nos lleva a una profunda crisis institucional y un descrédito generalizado de las instituciones y de los partidos políticos que han gobernado. Se sigue manteniendo el mismo modelo de sociedad, de país, de comunidad, de ciudad…, que nos ha llevado a esta bancarrota. “Corrupción cero”, solo personas necias pueden afirmarlo o aplaudir y callar y no rebelarse contra semejante patraña.

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