Una asociación memorialista busca testigos de la muerte de dos militantes de ETA en la Foz de Lumbier en 1990

La asociación Gure Bazterrak busca gasteiztarras que estuvieron en la Foz de Lumbier el 25 de junio de 1990, para recoger testimonios cómo los militantes de ETA Jon Lizarralde y Susana Arregi murieron tras un tiroteo con la Guardia Civil, y donde también el navarro German Rubenach resultó gravemente herido. Al parecer, ese mismo día se encontraban en la Foz dos autobuses de una excursión infantil organizada por el Instituto Municipal de Deportes de Vitoria-Gasteiz.

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El 25 de junio de 1990 en la Foz de Lumbier, tres militantes de ETA fueron cercados por la Guardia Civil, resultando dos de ellos muertos: Jon Lizarralde, muerto con un tiro en la sien derecha; y Susana Arregi, de dos disparos en la sien izquierda. El tercero, Germán Rubenach, también con un disparo en la cabeza que le dejo ciego de un ojo, quedó gravemente herido y perdió la memoria de lo ocurrido. Un guardia civil que patrullaba por la zona también resultó muerto.

Ahora, 32 años después, el grupo Gure Bazterrak de Oñati, dedicado a la investigación etnográfica e histórica, junto con el escritor y periodista Pako Aristi, se ha propuesto indagar en los sucesos de Irunberri. Retomando el sumario ordinario 1/1990, han descubierto que el mismo día de los sucesos, el 25 de junio de 1990, en la Foz de Lumbier, se encontraban dos autobuses llenos de niños y niñas de Gasteiz, que habían ido a una excursión organizada por el “Insituto Municipal de Deportes de Vitoria-Gasteiz”. Calculan que esos niños y niñas, a día de hoy, podrían tener entre 35 y 45 años de edad.

Con el objetivo de poder recoger nuevos testimonios, han solicitado la colaboración de las personas que estuvieron en esta excursión o conozcan a alguien que pudiera haberlo estado, así como de cualquiera que tenga algún tipo de información sobre los hechos. Para ponerse en contacto con el grupo Gure Bazterrak han habilitado el correo eléctronico jardunaldiak@hotmail.com.

Los sucesos de Lumbier, sin esclarecer bajo el silencio oficial
La versión oficial de los hechos ofrecida por el entonces Ministro del Interior español José Luis Corcuera, que hubo de rectificar en varias ocasiones, sostenía que los militantes se habían suicidado al verse acorralados por la policía. La investigación judicial quedó inconclusa y varios hechos que hacían dudar de la versión de la Guardia Civil quedaron sin esclarecer.

No se investigó quién disparo a Lizarralde y Arregi, después de que la Audiencia Nacional negara que hubiera sido su compañero German Rubenach, como defendía el fiscal. Tampoco se explicó como llegó agua del río Irati en los pulmones de Jon Lizarralde (se sospecha que guardias civiles habrían torturado al militante de ETA antes de ejecutarlo), ni se investigaron los testimonios contradictorios de los agentes o el origen de la información para las actuaciones policiales y detenciones que se dieron posteriormente de varios miembros de ETA.

La organización a la que pertenecían Jon Lizarralde, Susana Arregi y Germán Rubenach responsabilizó de lo ocurrido a la Guardia Civil, les acusó de haberles ejecutado y torturado y rechazó la hipótesis del suicidio.

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