Un libro arroja luz sobre los sucesos de la Foz de Irunberri, donde se habría ejecutado a dos miembros de ETA

El libro de la editorial Erein “Irunberri, 1990: Arroilaren negarra” es una crónica de los sucesos ocurridos en este enclave navarro en el que perdieron la vida los militantes de ETA Susana Arregi y Jon Lizarralde y el guardia civil Jose Luis Hervás. La versión oficial habló de un suicidio colectivo, pero las pruebas apuntan a que los militantes vascos fueron torturados y ejecutados en la Foz.

2023-ko apirilak 21

Quienes pueden decir qué ocurrió exactamente aquel 25 de junio de 1990 son solamente los guardias civiles que participaron en el operativo. Arregi y Lizarralde, así como el guardia civil Hervás, no pueden dar su versión de los hechos, y el tercer militante de ETA que resultó gravemente herido con un tiro en la cabeza, perdió la memoria y no recuerda nada de lo ocurrido. Ante la evidencia de que esos agentes nunca han dado pasos para esclarecer los hechos, el escritor Pako Aristi aceptó el reto de tratar de arrojar luz sobre unos hechos que la versión oficial del Gobierno socialista de la época no pudo explicar.

En la presentación hoy en Donostia del libro han participado asociaciones memorialistas, las familias de los militantes abatidos y el abogado Txemi Gorostiza. Las dudas sobre la versión oficial, sobre cómo se produjeron los hechos y los indicios que apuntan a una ejecución extrajudicial como venganza por la muerte del sargento Hervás se recogen en el libro, un trabajo a medio camino entre el reportaje periodístico y la indagación extrajudicial.

El relato de los hechos sería el siguiente: Aquel día, los tres militantes de ETA se encontraban en el lugar preparando una acción armada cuando fueron sorprendidos por una patrulla de la Guardia Civil que procedió a identificarles. Los militantes de ETA abatieron a uno de los guardias y trataron de huir del lugar, pero la GC cerró los accesos a la Foz y comenzaron a buscarles en el estrecho y angosto desfiladero, del cual no había escapatoria posible.

A partir de ahí, comienzan las dudas. German Rubenach fue detenido malherido, pero los cuerpos de Susana y Jon no fueron encontrados hasta el día siguiente, ambos con heridas de bala que les habrían producido la muerte. La versión oficial fue que habría habdo un triple suicidio, y que Rubenach habría sobrevivido. Sin embargo, sus familiares creen que la Guardia Civil los apresó, torturó y ejecutó, y que espero varias horas para preparar su versión.


Razones para sospechar de la versión oficial

El libro recoge testimonios de personas que aquel día presenciaron de forma parcial los hechos o que fueron testigos del operativo policial. Con toda la documentación Aristi ha recopilado las incongruencias y taras de la versión oficial. Cree Aristi que es imposible que los guardias civiles abandonaran la Foz sin confirmar si su compañero Hervás estaba muerto o herido; si estuviera herido, llevarle al hospital podría haberle salvado la vida, así como la versión de los agentes, que afirmaron que no persiguieron a los militantes de ETA en un primer momento. Además, resulta poco creíble que se permitiera cruzar la Foz a un centenar de niños cuando dentro estaban todavía, supuestamente vivos y libres, los tres militantes de ETA. Algo parecido ocurre con los ttestigos holandeses, a quienes se permitió salir de allí paseando y sin control de nadie.

Sobre la incapcidad de la Guardia Civil para localizar a los militantes de ETA tampoco hay explicación. Permanecieron horas y horas “desaparecidos” a plena luz del día en un lugar muy reducido, pese a que se emplearon un helicóptero y decenas de agentes.

Las heridas de Rubenach (un disparo en la pierna y otro en la cabeza) son incompatibles con el testimonio de un holandés que afirma haberlo visto corriendo y sin ninguna herida. Por su parte, Arregi tenía dos tiros en la cabeza, y no se explica cómo es esto posible. En el interior del cuerpo de Lizarralde había gran cantidad de agua, lo que podría indicar que fue torturado introduciendo su cabeza en el agua.

Otro de los aspectos extraños es que tras el arresto de Rubenach, a tan solo 15 metros de donde se encontraron horas después los cadaveres de Arregi y Lizarralde, no se hubiera rastreado la zona en busca de los otros dos militantes.Los indicios que apuntan a que fueron torturados son los siguientes: días después, se encontró el zulo en el que estuvo secuestrado el empresario Adolfo Villoslada, y según parece esta acción fue obra del comando que formaban Lizarralde, Arregi y Rubenach. Además, la Guardia Civil afirmó que el comando tenía un plan para matar al ex director de la Guardia Civil Luis Roldán, otro plan para derribar un helicóptero y detuvo a 9 presuntos colaboradores de ETA. ¿Cómo obtuvieron toda esta información?

El libro será presentado el viernes 28 de abril en Katakrak a las 18.30.

Gehiago