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El vecindario de Txantrea se ha puesto manos a la obra para paralizar el proceso de expulsión de su vecino Cheikhouna, que tras una odisea para llegar a Europa desde su Senegal natal finalmente recaló en Iruñea. El joven fue identificado un día en uno de los numerosos controles que la Policía española realiza por criterios étnicos y esto dio inicio al proceso que le podría llevar a ser expulsado a Africa.

“No se trata de un hecho aislado sino de una práctica habitual encuadrada dentro de unas políticas migratorias y leyes de extranjería que atraviesan y condicionan la vida de tantas personas de origen extranjero”, denunciaron el pasado sábado en Txantrea durante la rueda de prensa ofrecida y en la que estuvo presente el joven de Senegal. En el estado español, encontrarse en situación irregular no supone un delito, sino una falta administrativa que conlleva una multa, pero a pesar de esto en la mayoría de casos se aplica la expulsión con prohibición de entrada, que es una medida excepcional, “claro ejemplo del racismo institucional que se da en este estado”, según denuncia SOS Arrazakeria.

Desde SOS denuncian que las identificaciones por perfil étnico, el posible internamiento en CIEs y la expulsión son algunas de las consecuencias de este estado racista, pero que también se dan otras circustancias que dificultan la vida de estas personas, como la falta de acceso a derechos como el trabajo, vivienda, prestaciones sociales básicas, el derecho al voto, etc. En definitiva, “el acceso en igualdad de condiciones a una vida digna”.

“Son muchas las razones por las que una persona decide salir de su lugar de origen y emprender su proyecto migratorio, y múltiples los obstáculos a los que se tiene que enfrentar para poder llegar a esta Europa Fortaleza cuya frontera ya esta externalizada y blindada. La imposibilidad para poder atravesar la frontera y poder acceder a una ciudadanía de pleno derecho, constituye una violación clara de los derechos fundamentales”, afirman desde SOS Arrazakeria.

Desde SOS Racismo Nafarroa apuestan por aunar fuerzas no sólo desde las instituciones sino desde los barrios y pueblos “creando espacios de derechos y visibilidad, espacios libres de discriminación frente a la barbarie de leyes como la de extranjería que siguen categorizando a las personas arrebatando derechos fundamentales según el orígen”.