Terrorista eres tú
2015-ko otsailak 26
Llevamos meses de campaña electoral, y lo que nos falta todavía. La cuenta atrás avanza en Navarra a ritmo lento, como si el 24 de mayo no fuera a llegar nunca. Hay tanto en juego, pasan tantas cosas, y el terreno está tan embarrado, que al final el juego se hace pesado, y el partido interminable.
El tablero foral está más interesante que nunca y admite múltiples miradas. Pero hoy quiero centrarme en una. Hoy quiero subrayar que en esta carrera electoral no todas las fuerzas políticas compiten en igualdad de condiciones.
Venimos de una fase de 10 años de ilegalizaciones, elecciones trucadas, pucherazos. Y tras la tempestad nunca llegó la calma. Hoy EH Bildu es un barco legal, sí, pero navega bajo la tormenta policial, zarandeado por las olas judiciales, acosado por los bombardeos del Gobierno español y bajo la hostilidad manifiesta de casi todo el coro mediático.
Arnaldo Otegi sigue en la cárcel, al igual que muchos militantes que serían claves en este momento. Buena parte de la dirección de Sortu está imputada, pendiente de juicio o de entrar en prisión, lo mismo que decenas de cuadros, tanto del partido como del movimiento popular. Sólo en Navarra hay nueve personas presas por su participación política, y otras 44 pendientes de juicio. Y el inicio de año esta siendo especialmente duro, con más detenciones y encarcelamientos.
Siempre esperando sentencias, siempre preparando nuevos juicios. Una sangría terrible de energía, de dolor, de rabia, de dinero y hasta de concentración.
Para el Estado, para el régimen, la izquierda independentista sigue siendo un enemigo de guerra, y como tal la tratan. Así, Sortu es hoy un partido con la policía en los talones. Y quien dice Sortu dice también Aralar, EA o Alternatiba. EH Bildu, en definitiva, es una oferta política perseguida, maltratada, encarcelada, espiada, boicoteada. Y creo que todos los partidos que quieren el cambio en Navarra deberían alzar la voz ante este acoso injusto y antidemocrático.
Va a ser una campaña muy sucia. Y quieren que nos traguemos su país de ángeles y demonios, sus versiones oficiales. Pues va a ser que no. Estoy muy harto de que me llamen terrorista, y estoy muy harto de los postureos victimistas de quienes siempre han utilizado y utilizan la violencia para mantenerse en el poder y enriquecerse.
No me gusta la palabra terrorista, por manoseada e imprecisa. Pero si hoy hay algún tipo de terrorismo en vigor, ése es el que practica el Gobierno español. Y repasando sus 500 años de historia, el Reino de España está, seguro, en el top ten mundial de los estados terroristas. Terrorismo es hoy la dispersión, los controles de la Guardia Civil, el nuevo código penal, terrorismo es lo que están haciendo con la sanidad pública, terrorismo es cada desahucio…
En política, los conceptos, las representaciones sociales, son como las colinas en una guerra, y se ganan o se pierden mediante el discurso. En esta campaña electoral pressing catch que se nos viene encima, la troika UPN-PP-PSN no tiene nada que vender, nada absolutamente, así que solo les queda el miedo y llamar terroristas a los de EH Bildu y a los de Podemos.
Vista la obscenidad con la que actúan, creo que hay que pelear por el concepto terrorismo. Si ganamos esa colina, ya no les quedará nada. Por eso, cada vez que un sinvergüenza de UPN, PP o PSN se atrevan a llamar terrorista a una persona de la oposición, propongo al aludido o aludida que le anuncie una querella y que, mirándole fijamente a los ojos, le diga con gracia y aplomo:
“Terrorista, me dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.
Terrorista. ¿Y tú me lo dices?
Terrorista eres tú”.