STEILAS se opone a las evaluaciones PISA y llama a movilizarse

Ha publicado un documento llamado "La evaluación a examen" donde analizan los potenciales de las evaluaciones del sistema educativo y sus actores. STEILAS organizará una campaña informativa con el alumnado, familias y el profesorado para oponerse a las evaluaciones que considera "decontextualizadas" y que no han sido consensuada con las familias, el alumnado y las direcciones de los centros.

2018-ko urtarrilak 16

La gran trascendencia en educación de la evaluación ha llevado al sindicato de docentes STEILAS ha realizar una reflexión sobre las potencialidades de esta herramienta, sus peligros y la utilización que se está haciendo de ellas.

La evaluación debe servir para guiar el proceso de aprendizaje del alumnado, y también hay que evaluar al profesorado, los programas o proyectos, la gestión de los centros o de todo el sistema educativo, dicen desde STEILAS. Por ello en su informe hacen una valoración crítica del actual sistema de evaluación, poniendo el acento en dos temas: la relevancia de la evaluación en el diseño de las políticas educativas y el gran volumen de negocio asociado a las evaluaciones externas.

Cree el sindicato que tanto la evaluación de la LOMCE, en la que se proponían revalidas al final de cada etapa y rankings de centros, como PISA, van encaminadas a “uniformizar los sistemas educativas para ponerlas al servicio del mercado y de las políticas neoliberales”.

Gracias a las críticas y a la presión ejercida por los diferentes agentes educativos ( sindicatos, alumnado, familias) las pruebas de la LOMCE “han perdido en gran parte su valor segregador”, pero no ha habido la misma unanimidad crítica respecto a las pruebas PISA que persigue los mismos fines y que han adquirido una relevancia inusitada. “Estas pruebas, diseñadas por la OCDE, miden exclusivamente las competencias en matemáticas, lectura y ciencia del alumnado de 15 años con el fin de comparar y hacer un ranking de países. Cuestionamos tanto su validez, ya que compara realidades y sistemas educativos muy diferentes, como su objetivo. Es una evaluación totalmente descontextualizada”, sentencian, ya que no se tienen en cuenta aspectos como las características de la comunidad evaluada y no han sido consensuada con las familias, el alumnado y las direcciones de los centros.


Privatizando la educación… y también la evaluación

STEILAS considera que la educación se ha convertido en un extraordinario negocio a escala planetaria. Las privatizaciones de los comedores, limpieza, transporte y otros servicios como la gestión, la formación o la asesoría han dado paso a la privatización de la propia evaluación en países como Estados Unidos y el Reino Unido, Chile o México, lo cual enciende todas las alarmas. En el ámbito universitario el negocio está ligado a la publicación de las investigaciones que son requisito para acceder o promocionar en la carrera docente que también están controladas por empresas multinacionales.

Además, los programas de gestión de la calidad de los centros, implantados en muchos centros de secundaria y FP también están impregnados de los valores del mercado y , en general, han supuesto una burocratización del sistema educativo, afirman desde STEILAS.

Aceptan que todos los tipos de evaluación (del alumnado, profesorado o del sistema) son una práctica absolutamente necesaria, pero para que sea adecuada creen que la evaluación del alumnado debería ser continua, integral y formativa y en la misma debe participar todo el equipo docente y el propio alumnado. Por ello anuncian que impulsarán dinámicas de resistencia a las evaluaciones de la LOMCE o Heziberri, ya que “no cumplen estos requisitos”. En cuanto a la evaluación del profesorado, STEILAS piensa que debería ser un instrumento de reflexión colectiva sobre la práctica docente y estar ligada a su formación continua.

“Las evaluaciones diagnósticas son necesarias pero deberían definirse los objetivos de la misma de manera consensuada en función de las necesidades de la comunidad educativa; deberían ser muestrales, no censales y ser utilizadas para el fin para el que se diseñan, no como información complementaria para las familias”, puntualizan.

STEILAS censura que a día de hoy la evaluación externa no respeta estas características y por ello se perciben como una “amenaza, control o mera sanción” y hacen un llamamiento a reflexionar sobre los fines de las evaluaciones PISA y a oponerse a la mismas si no se comparten. Para ello, STEILAS organizará una campaña informativa con el alumnado, familias y el profesorado.

Gehiago