Recuerdo a Gladys del Estal en el 45 aniversario de su asesinato a manos de un guardia civil

La ecologista vecina de Donostia fue asesinada en 1979 de un tiro en la cabeza durante una manifestación en contra de las nucleares y el Polígono de Tiro.

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Ayer, 45 años después de su asesinato, fue recordad en Tutera Gladys del Estal. El domingo ya había recibdo otro homenaje en la marcha anual contra el Polígono de Tiro convocado por la Asamble Antipolígono.

Lo hechos ocurrieron el 3 de junio de 1979. Se había convocado una Jornada Internacional contra la Energía Nuclear en Tutera para protestar contra el Plan Energético Nacional, solicitar la paralización de la central de Lemóniz y de los restantes proyectos nucleares, incluido el que se planeaba realizar en Nafarroa. Además, la concentración convocada tenía también un carácter antimilitarista, ya que se protestaba asimismo contra el Polígono de tiro de las Bardenas.

La concentración estaba autorizada por las autoridades gubernativas, pero también había sido convocada una marcha de protesta desde Tutera hasta el polígono de tiro en la que se pensaba entrar en los terrenos militares, y había mucha presencia policial.

Gladys del Estal, presente en la protesta, se encontraba almorzando cuando se produjo una carga policial muy violenta, con lanzamiento de numerosos botes de humo, expulsando hasta el puente que cruza el río Ebro. Allí, junto a otras personas, Gladys se sentó en el suelo en una acción pacífica de protesta. Un disparo del guardia civil José Martínez Sala a escasos centímetros de distancia le produjo la muerte.

Imprudencia temeraria y condecoración al asesino

Tras las protestas multitudinarias por toda la geografía vasca, llegó el juicio al guardia civil autor del disparo mortal, en 1981. Fue condenado como autor de un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte a dieciocho meses de prisión, condena que no llegó a cumplir en su totalidad, y al pago de una indemnización de 2 millones de pesetas, que pagó el Estado español. Esto provocó una nueva huelga general y numerosas protestas.

Pero la ignominia alcanzó una cota mayor cuando dos meses y medio después de la sentencia, el guardia civil Martínez Salas fue condecorado con la Cruz del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco por el gobierno que presidía Leopoldo Calvo Sotelo (UCD) y en 1992 el gobierno de Felipe González (PSOE) le otorgó la Cruz del Mérito Militar.

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