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La Asociación FESTA-Los de Bronce ha entregado el Premio Premio FESTA 2022 que reconoce el papel protagonista de las mujeres en los Sanfermines a Agurne Baquer, Itzabel Urbeltz, Gemma Larrainzar, Maite Larrainzar, Mirenjo Larrainzar, Arrosa Larrainzar. Ellas fueron el grupo de mozas que en junio del 78 protagonizaron una acción feminista que desencadenó el debate sobre las madrinas en San Fermin, “una figura que ritualizaba roles de género diferenciados con una carga simbólica  que limitaba la integración de las mujeres en los espacios públicos  festivos”, tal y como recuerdan desde la Peña “Los de Bronce”.

Además de pedir la participación igualitaria en los Sanfermines, estas mujeres se manifestaron contra las agresiones sexistas, exhibiendo una gran pancarta con la inscripción: “No a las madrinas. Más participación. No a las agresiones en San Fermín” en la Plaza de Toros de Iruñea en el festival ‘Bai Euskarari’ organizado por Euskaltzaindia en colaboración con el euskaltegi Arturo Campion y las Peñas de Iruñea ante más de 10.000 personas.

Las madrinas, las chicas florero de las peñas

La ‘madrina’ en los Sanfermines, como recoge Blas Subiza en su libro ‘La gran fiesta en la calle. Los Sanfermines del Siglo XX’, es un rol que se remonta a los años 30 del pasado siglo y en un contexto muy concreto: las becerradas organizadas por la peña Los Irunshemes a beneficio de las colonias y cantinas escolares.

Desde 1941 y hasta 1979, los socios de los círculos taurinos de Pamplona y las Peñas eligieron a mujeres para, durante las fiestas, acompañar al delegado o presidente cuando éste era invitado a actos oficiales.

Actos en los que se les exigía, a las mujeres, vestir de acuerdo con los cánones de la elegancia de la época: mantón y peineta. En ocasiones lucían vestidos camperos, tocadas con “elegantes sombreros”.

Entre 1940 y 1960, las madrinas solo podían asistir a las becerradas y participar en los bailes que organizaba cada peña. Tras la creación de la Comisión de Peñas (antecedente de la actual Federación de Peñas de Iruñea), y en algunas ocasiones, eran invitadas a las corridas de toros.

En 1968 se instauró la elección de la Madrina de Honor. Ésta era elegida entre las madrinas de cada peña. Su papel consistía en representar a todas las peñas en actos sociales razón por la cual la presentación en público de las elegidas como madrinas de cada Peña acabaría incorporándose a la agenda sanferminera.

En 1978, y en un contexto tan complejo como las semanas previas a aquellos Sanfermines, un grupo de mujeres protagonizó en la Plaza de Toros, durante el festival organizado por las Peñas, un gesto que, sumado al trabajo realizado desde años atrás por colectivos feministas, provocó una profunda reflexión interna en el mundo de las Peñas, espacio entonces reservado, en la mayoría de los casos de forma exclusiva, para los hombres.

Como consecuencia de aquello, el cuestionamiento ciudadano sobre la figura de la ‘madrina’ recibió un impulso que resultó definitivo para su desaparición dos años después.

La Peña Los de Bronce ha querido otorgar este año su premio Festa a este grupo de mujeres y así reconocer su labor para generar debate ciudadano sobre la igualdad en el uso del espacio público y el tiempo libre, uno de los ejes en el trabajo de prevención de las agresiones sexistas.