Mugitu escenifica en Iruñea con maletines llenos de dinero la corrupción en el TAV
Sedes de partidos políticos, monumentos emblemáticos, sucursales bancarias y otros lugares de gran visibilidad han aparecido con maletines llenos de dinero denunciando la corrupción en las obras del Tren de Alta Velocidad. En otros lugares de Euskal Herria también se han llevado a cabo acciones del mismo tipo.
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Mugitu Mugimendua, el movimiento de desobediencia civil contra el TAV, ha denunciado con una nueva acción que el Tren de Alta Velocidad "es un proyecto turbio desarrollado bajo la sombra de la corrupción". Mediante la colocación de maletines llenos de dinero ante sedes de partidos políticos, entidades bancarias e instituciones y monumentos, Mugitu ha denunciado que además de suponer "un auténtico despilfarro de miles de millones de euros de dinero público y de destrozar el territorio", el TAV se está consolidando como "un proyecto ruinoso, una pesada losa que ya está hipotecando nuestros bolsillos en un contexto de fuertes recortes sociales en sanidad, educación y prestaciones sociales". Mugitu también subraya que una obra de semejantes características "supone un gran pastel político y económico, del que muchos han sacado tajada".
Para ello han simbolizado con la figura del maletín "la más que conocida connivencia entre grandes constructoras y determinados responsables políticos, de forma que mientras unos se hacían con jugosos contratos en el sector de la obra pública y perpetuaban su particular negocio, los otros recibían, además de otro tipo de favores, grandes cantidades económicas a cambio".
Desde Mugitu consideran que en el estado español el lobby de la construcción es muy poderoso. "De las 11 empresas constructoras más grandes del mundo siete son españolas, y no es casualidad que el estado español sea uno de los que encabezan el ránking mundial del hormigón: es el primer país de Europa en km. de autovías y autopistas y actualmente el segundo país del mundo en km. de TAV después de China", indican en el comunicado en el que han reivindicado la acción, que ha recogido gráficamente Ekinklik. "Tras estallar la burbuja inmobiliaria pretenden continuar con la misma receta para mantener su chollo, construyendo más y más infraestructuras, y más y más kilómetros de TAV", denuncian.
Un negocio también para la banca y la clase política corrupta
Otro de los objetivos de los mmiembros de Mugitu fue denunciar al sector bancario. "El TAV también es un gran pastel para la banca: la banca financia las obras llevándose suculentos beneficios a costa del enorme endeudamiento y del inmenso agujero económico en que se han convertido las infraestructuras para las arcas públicas". En este sentido recuerdan el "escándalo" que supone que la Hacienda navarra haya adelantado ya más de 300 millones de euros para esta obra y tenga que asumir los intereses del préstamo que ascienden a 45-60 millones de euros. "Y qué decir del Banco Europeo de Inversiones quien lleva prestados al gobierno español 1.400 millones para poder continuar las obras del TAV en la CAV. Casualmente, la actual vicepresidenta de dicho banco es Magdalena Álvarez, ex ministra de Fomento, imputada por diversos casos de corrupción y una de las principales impulsoras del TAV en el estado, autora de la conocida frase: “Vamos a coser España con hilos de acero”, dicen desde Mugitu.
Por otro lado, desde Mugitu no dejan títere con cabeza y apuntan a "la corrupta clase política en el poder" como "el tercer miembro de la “santísima trinidad” beneficiaria del TAV", quienes "se enriquecen gracias a las comisiones ilegales recibidas al adjudicar obras públicas más o menos fraudulentamente a determinadas empresas constructoras". Así, recuerdan que el informe del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas llamó la atención al advertir que las adjudicaciones de las obras de la “Y vasca” del 2010 se realizaron de “forma subjetiva” o los llamados papeles de Bárcenas que demostrarían "el cobro ilegal por parte de destacados miembros del PP de “sobres” provenientes de constructoras como FCC, Azvi, OHL, SACYR y otras adjudicatarias de la construcción del TAV y demás infraestructuras". El último ejemplo lo hemos tenido hace una semana cuando fueron detenidos varios empresarios y responsables de ADIF por un delito de malversación de fondos en la construcción de la línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona.
En opinión de Mugitu "hay que evitar a toda costa que mientras recae sobre la mayoría social todo tipo de restricciones en sus derechos básicos, la “mafia” del TAV siga enriqueciéndose con nuestro dinero y destruyendo la tierra".