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Desde su localidad natal anuncian que se desplazarán hasta París para “mostrarles nuestra solidaridad, apoyo y cariño. Los que les conocemos tenemos muy claro que no son “terroristas”, son personas comprometidas, respetadas y queridas en este pueblo”, aseguran.

Otro de los objetivos de esta marcha será denunciar que el Estado español y el francés “continúan juzgando y condenando a militantes políticos vascos. Siguen con su agenda represiva, cooperando para obstaculizar la resolución del conflicto político vasco”.

También rechazan la dispersión, que provoca que los familiares de las personas presas tengan que recorrer “miles y miles de kilómetros semanales para poder llevar aire fresco, cariño y solidaridad” a sus seres queridos. “La dispersión no responde únicamente a una política de venganza, ni es solo una condena añadida para los familiares, con la dispersión pretenden presionar a los y las presas políticas, aumentar el aislamiento, evitar el apoyo social y forzar el desarraigo de su propio pueblo. Pero este pueblo responde al castigo y odio con amor y solidaridad”.

Recuerdan también la grave situación que viven los presos enfermos, especialmente la de Oier Gómez, que a pesar de padecer un cáncer con metástasis, continúa encarcelado en una prisión francesa. “Cuando a la crueldad de la cárcel, a la dispersión, a los abusos, al trato degradante, al aislamiento, se le suman la enfermedad y la desasistencia médica, se puede decir que a la persona presa se le condena a muerte. Tenemos que movilizarnos a favor de la libertad de estos presos antes de que ocurra alguna desgracia”.