Majaris de la Sorna, un espejo de su tiempo

2015-ko apirilak 29

La historia de Majaris de la Sorna está ya en el museo del surrealismo, pero al mismo tiempo sucede, es clamorosamente real. El reportero venezolano nos ha ayudado a definir una imagen que ya intuíamos, pero que ahora vemos a gran resolución. Son malos, malísimos. Vivimos bajo un régimen esperpéntico. Los medios oficiales publican basura. Y Majaris, el gran Majaris, no es más que un espejo de nuestro tiempo.

Majaris es el espejo de los medios de comunicación que publican cualquier cosa para atacar a quien diga el dueño. Y si en la noticia hablamos de Euskal Herria y Venezuela, el margen de basura admitida es todavía mayor.

Por poner solo un ejemplo, un diario pretendidamente serio como La Vanguardia nos contaba que el Gobierno de Maduro había decidido contraatacar con este video al reportaje de Antena 3. Aseguraban también que la productora que había suministrado las imágenes fue ilegalizada por su vinculación con ETA, sin saber muy bien de qué está hablando, ni a qué productora ilegal se refiere. Pero… ¡bingo!, Majaris ya aparecía ligado a ETA. De hecho, en la web de La Vanguardia, los temas relacionados con esta noticia eran ‘Antena 3’, ‘Venezuela’, ‘terrorismo’, ‘ETA’ y ‘Nicolás Maduro’. Esto nos sitúa frente al protocolo todavía obligado dentro del periodismo de obediencia española: Euskal Herria se etiqueta con ETA, e independentismo vasco con terrorismo.

Más espejos. En la historia de Majaris han aparecido varios personajes impagables. Los jeltzales Iñaki Anasagasti e Iñigo Landa se encargaron de calentar el ambiente antes de la primera emisión, y en el segundo capítulo, en cambio, mantuvieron un silencio clamoroso. Bien hecho. En su lugar metió la pata el gran Pablo Ojer, periodista de ABC, que logró rebotar el video desde Venezuela al Estado español y, de ahí, a otros países de habla hispana, lo que elevó a Majaris al estrellato y al trendic topic.

La cima de lo inverosímil llegó con Yusnaby Pérez, un presunto bloguero cubano del estilo de Yoany Sanchez y con casi 300.000 seguidores en twitter. El tipo mentía como un bellaco, decía que Maduro estaba invirtiendo el dinero de los venezolanos en reportajes rodados por terroristas, y toda una catarata de medios gusanos de Cuba y Venezuela empezaban a repetir la misma trola. Tuvimos que pedir al tal Yusnaby que rectificara, y lo hizo a regañadientes, modificando el post pero haciéndose la víctima y diciendo que los productores del reportaje le estaban insultando.

Espejo clamoroso también el de UPN. Esa nota de prensa contra Majaris, esas tonterías de que en Pamplona nunca se han vulnerado los derechos humanos, ese topicazo de que las imágenes no son de aquí sino del País Vasco… Pero qué bajo han caído, están peor todavía de lo que imaginábamos.

A los hipócritas les mola la sátira cuando es en París y contra los musulmanes, pero llaman a rebato cuando la libertad de expresión se usa en casa.

En la parte más bonita de esta historia, Majaris también es espejo del cariño entre dos pueblos, es un puente que se ha abierto sobre el océano y que habla de la importancia de la solidaridad internacionalista. Pero lo mejor de todo, sin duda, las risas que nos estamos echando. Me imagino a don Fran Balda partiéndose el culo en su celda y se me curan todos los males.

Hoy a las 22.30 estrenamos el tercer capítulo. Esperamos que os guste. Y atentas al mensaje final.

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