¿LGTBfobia Institucional en Navarra?
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El Parlament de Catalunya aprobó el pasado 2 de octubre la Ley de los Derechos de las Personas Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales y para la erradicación de la Transfobia y la Homo-Lesbofobia. La norma, pionera en todo el Estado es fruto de una lucha de siete años y quiere proteger el colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales), que en Catalunya representa casi un millón de personas.
El objetivo de la presente ley es desarrollar y garantizar los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales (LGBTI) y evitar a estas personas situaciones de discriminación y violencia, para asegurar que en Cataluña se pueda vivir la diversidad sexual y afectiva en plena libertad.
La Ley recoge la demanda histórica del rico tejido asociativo que ha liderado durante décadas la reivindicación de los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales, que han alcanzado en los últimos años un reconocimiento social y político que les había sido negado.
El ordenamiento obligará a los poderes públicos a dejarse asesorar por el Consejo Nacional Catalán de las personas LGBT, que pasa a ser un órgano participativo y consultivo permanente.
En Nafarroa la situación es bien distinta y ya lo dejamos claro los colectivos que hemos ido desarrollando la lucha por las libertades sexuales en el foro que el año pasado tuvo lugar en los locales de Katakrak dentro del proceso participativo para la construcción de la carta de Derechos Sociales.
El desarrollo de un movimiento gay y lesbiano a finales de los años 70 en Nafarroa contribuyó a sacar a la luz pública una cuestión reducida secularmente al ámbito de lo privado y lo vergonzante. Además, sirvió para ofrecer algunos recursos prácticos (grupos de debate, teléfono de ayuda, cierta visibilidad, materiales de divulgación como revistas,…a gays y lesbianas que vivían su experiencia desde la soledad y el aislamiento. También movió a colectivos e instituciones a realizar un posicionamiento nítido debatiendo abiertamente sobre la cuestión. Se buscó sensibilizar y al mismo tiempo transformar a la sociedad, eliminando prejuicios morales y discriminaciones. Tal discusión, tal disidencia del orden vigente ha contribuido a consolidar una cierta cultura participativa, a arraigar una sociedad civil activa en la cuestión LGTB.
La aportación y el trabajo que los colectivos LGTB de Navarra han realizado ha dado como frutos una rica y variada actividad, un movimiento diverso que en el devenir ha ido transformándose en diferentes modelos de activismo. La articulación de este movimiento ha contado con diferentes formatos organizativos.
La primera experiencia fue la conformación de los primeros grupos de EHGAM (1978-82) y (1990-2000) grupo mayormente conformado por hombres y el grupo Lumatza (1992-1998) grupo formado por mujeres. Estos colectivos, desde una posición transformadora de la realidad social, van a basar su lucha en la realización de campañas anti discriminatorias y en la reivindicación junto con otros movimientos sociales de cambios sociales, políticos, económicos y culturales, defendiendo el reconocimiento social en cualquier ámbito y contra cualquier discriminación por motivos de orientación sexual o de identidad de género.
En la actualidad y desde 2010 un grupo de mujeres lesbianas tras unos encuentros en Lekarotz reanudan su militancia y reactivan Lumatza. También se contó con la existencia de un grupo de Gehitu (2004-2006) en la ciudad, organización que es creada en Donostia (1997).
Durante el año 2000 también se forma el colectivo Ilota Ledo que trabaja por las reivindicaciones del colectivo transexual, desde la cobertura de todo el proceso de reasignación sexual por la seguridad social a una legislación que vincule a todas las administraciones.
Otras formas organizativas han sido la articulación de las plataformas (Divergénero) y E28J. Dibergeneranitzak (2011) fue una experiencia activista que reunió a varios colectivos para crear un programa de actividades como contraforo y respuesta al congreso que la Universidad de Navarra organizó en torno a la familia tradicional. La plataforma E28J aglutinando a parte del tejido asociativo de Iruñea organiza los eventos en torno al E28J Día de las Libertades Sexuales.
LUGATIBE (2013) Asamblea Transmarikabollo de Navarra es el último grupo constituido creado por generaciones más jóvenes que han decidido organizarse y agruparse para denunciar hoy la LGTBfobia existente.
No hay que olvidar durante toda esta trayectoria las sinergias creadas junto a colectivos no específicos de la lucha LGTB como Sare, Comisión Ciuadadana Anti Sida, Grupos Feministas (Bilgune Feminista), IPES y Asambleas No Autoritarias (UPNA y Subeltz).
Durante este tiempo muchas personas se acercaron a los colectivos mediante visitas, cartas, llamadas telefónicas y e-mails para expresar su malestar y soledad en una sociedad que las excluía, maltrataba y reprimía por tener una orientación sexual y/o de genero diferente a la heteronormativa. Estas personas que pedían ayuda y comprensión eran acogidas y muchas de ellas entraban a formar parte de los colectivos, otras sin embargo, requerían un apoyo y una atención personal y profesional que el activismo no podía proporcionarles, es por este motivo que se inicia un debate en el seno de EHGAM para reflexionar acerca de una realidad que se tornaba acuciante.
Así nace la idea de crear un servicio de atención profesionalizado a las personas LGTB. De esta manera se materializa Kattalingorri como entidad y servicio de atención que tenía como objetivo entablar un dialogo con la administración pública para que fuera profesionalizada y apoyada institucionalmente.
Durante la puesta en marcha de este servicio, Kattalingorri y los colectivos LGTB han trasladado de manera regular una serie de peticiones y recomendaciones a las administraciones para que se destinaran recursos que dotaran a la entidad de programas que visibilizaran la realidad LGTB, una dotación de recursos que en definitiva acompañara al movimiento y a las personas lesbianas, gays transexuales y bisexuales de Navarra. Se han elaborado y entregado desde el año 2000 varios proyectos y programas que tenían como objeto la profesionalización del servicio que Kattalingorri estaba desarrollando.
Hasta el día de hoy no se han logrado recursos suficientes que pudieran activar un servicio de calidad. Como consecuencia la entidad Kattalingorri ha tenido que hacer frente de manera voluntaria y militante la labor de acompañamiento a las personas LGTB con muy escasos recursos. No se ha posibilitado ofertar un servicio continuado, ni activar todos los mecanismos necesarios y deseados para realizar una labor de calidad y sistematizar el trabajo realizado.
Esta situación no es garantía de la plena integración de la realidad LGTB en Nafarroa y se han dejado de atender muchas de las necesidades que han sido demandadas desde este colectivo . Dada esta situación exigua y la tímida aceptación de las peticiones requeridas para activar políticas publicas a favor del colectivo LGTB se decide recurrir al poder legislativo y proponer una ley para la creación de una oficina de atención LGTB que es rechazada en el Parlamento de Navarra en dos ocasiones (2010 y 2013). Este procedimiento se ha erigido como válido en ultima instancia, para asegurar unas políticas necesarias que no se han implementado desde el poder ejecutivo del Gobierno de Navarra.
Reivindicamos un servicio de Información y atención para los temas relacionados con la diversidad sexual y de género para:
- Profundizar en los derechos sociales e individuales de las personas LGTB y evitar toda discriminación que se derive de la orientación sexual o de genero.
- Acoger, asesorar e informar a las personas LGTB, familiares y amigas-os en cuestiones de orientación sexual e identidad de género.
- Realizar atención sexológica y psicosocial.
- Realizar atención, asesoramiento y defensa jurídica vinculada con el ejercicio de derechos plenos de los colectivos LGTB.
- Realizar un trabajo cooperativo con las administraciones públicas.
- Organizar e implementar programas de formación de Educación Sexual en los ámbitos educativos, tomando como base el marco teórico del Hecho Sexual Humano.
- Asesorar y recomendar políticas LGTB a las administraciones públicas.
Volviendo a la avanzada realidad catalana no cabe argumentar más que la aprobación de la norma no hubiera sido posible sin la presión incondicional del colectivo de LGBT que lleva años remando para aprobar esta normativa. Las diferentes entidades impulsoras sostienen que con esta nueva legislación se avanzará decisivamente en garantía los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales y que es un paso importante para erradicar definitivamente la homofobia, la lesbofobia y la transfobia.
Es innegable que la legislación tanto a nivel estatal como foral respecto al colectivo LGTB es de las más avanzadas que existen. Pero también hay que aceptar que este avance legislativo no ha venido acompañado suficientemente por una integración y aceptación social de las personas lesbianas, gays y transexuales. La homofobia, la lesbofobia y la transfobia aún tienen lugar en nuestra sociedad. Todavía se tienen que lamentar agresiones físicas contra este colectivo. En el ámbito escolar y laboral, las agresiones adquieren la forma de bullying o de mobbing. En los medios de comunicación y en la vida cotidiana, estas agresiones quizá no son físicas, pero no por ello pueden considerarse menos graves. Por eso hay que seguir considerando a este colectivo como vulnerable y discriminado y, por tanto, objeto de políticas sectoriales.
Las leyes tienen que ir acompañadas de actuaciones que realicen una labor reeducadora de la sociedad y puedan garantizar la integración y visibilidad del colectivo LGTB. En Nafarroa son mas de tres décadas de activismo, reivindicación y acompañamiento. Existe suficiente legislación estatal y foral como para haber activado actuaciones públicas desde las instituciones que acompañen todo ese contenido que contemplan las leyes.
¿Para cuando políticas públicas a favor del colectivo LGTB en Nafarroa?