LAB reclama la activación de la clase trabajadora para llevar el cambio al mundo laboral

El sindicato abertzale ha realizado una manifestación para pedir al gobierno foral y a los partidos que lo sustentan que adopten medidas concretas para mejorar las condiciones laborales de la clase trabajadora navarra y que se den pasos hacia un marco laboral propio fruto de un nuevo status político que garantice la soberanía.

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Los accidentes laborales provocados por la precariedad y la explotación, los despidos e incluso la situación de los refugiados son muestra “del carácter del sistema capitalista”, ha dicho Igor Arroyo en su intervención final tras la manifestación que ha recorrido las calles de Iruñea y que ha reunido a varios cientos de personas.

Arroyo ha recordado que el lunes se cumple un año de la muerte de Miren Peña, afiliada de LAB que se suicidó tras recibir una carta del banco en el marco de un proceso de desahucio. “Lo que la quebró fue el despido y discriminación que sufrió por pertenecer a un sindicato de clase. Mientras en Faurecia se metían miles de horas extras, mientras se enchufaba a afines de los cargos de UGT, a Miren le cerraron en las narices las puertas”, ha recordado.

El secretario de LAB en Nafarroa ha sido contundente: “O construimos una alternativa al capitalismo, o el planeta está abocado al desastre, a la barbarie”.

Tras aplaudir las movilizaciones sociales que han llevado a Nafarroa ha protagonizar el cambio político y los diferentes logros producidos en estos 9 meses, Arroyo ha asegurado que es necesario que también el cambio llegue a los centros de trabajo. “LAB quiere dar un impulso al cambio social en Navarra. Creemos que hay que salir del letargo en el que están los sectores populares. Hemos conseguido echar a los ladrones de las instituciones pero no podemos dormirnos en los laureles”.

Propone relanzar la movilización y activar la clase trabajadora para impulsar el proceso de cambio en Nafarroa. Y marca 3 retos: la democratización completa de Nafarroa y de sus instituciones, reformar la administración navarra y mejora de las condiciones de trabajo y de vida de la población. En este sentido, Arroyo ha enumerado una serie de medidas como la implantación de la semana laboral de 35 horas y el salario mínimo mensual de 1.200€, pensiones mínimas de 1.080€, igualdad de oportunidades en el acceso al empleo, la gestión pública de la salud laboral, y el desarrollo del sector público navarro.

Desde LAB han reclamado acciones concretas al gobierno foral y a los partidos políticos que lo sustentan, y han exigido soberanía plena para que las decisiones que se tomen en Nafarroa no sean condicionadas por Madrid, estableciendo un marco laboral propio fruto de un nuevo status para el herrialde.

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