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“Han sido muchos años de silencio, intentando negar la realidad de la tortura o de mirar hacia otro lado por parte de responsables institucionales, determinados partidos políticos o ciertos medios de comunicación”, denunciaban en la rueda de prensa ofrecida en Bilbo. Y lo hacían rodeadas de miles de folios blancos representando las autoinculpaciones realizadas durante el periodo de incomunicación. “Estos folios son coacciones, amenazas, gritos, golpes y palizas, bolsas, bañeras, electrodos y una interminable lista de atrocidades”.

Hoy, son ya más de 200 las personas torturadas reconocidas por la Ley 12/2016 en la CAV, y 10 las reconocidas por la Ley Foral 16/2019. “Sabemos, que estos primeros reconocimientos todavía no han conseguido el merecido eco mediático y social. Somos conscientes de lo duro y difícil que va a ser el camino a recorrer para lograr el reconocimiento oficial de todos los casos y su posterior

divulgación. Porque no lo olvidemos, la practica de la tortura en Euskal Herria ha sido sistemática y así lo demuestran los 5394 casos de tortura acreditados hasta el momento mediante los estudios del Instituto Vasco de Criminologia”.

Y en ese sentido basará su labor la nueva red creada, y el próximo otoño, celebrarán asambleas con las personas torturadas de todo Euskal Herria en cada pueblo y comarca para llegar al máximo de personas posible. Y la cita nacional, el 15 de febrero. “Queremos ser altavoz de las personas torturadas de Euskal Herria. Somos conscientes de que las personas que hemos sufrido tortura somos muchas más de las que reflejan los números oficiales. No se puede quedar ni un solo caso sin sacar a la luz. Vamos a trabajar por el reconocimiento y reparación de todas estas personas. Para garantizar que nada de lo que nos ocurrió, le vuelva a pasar a nadie más en nuestro pueblo”.