La presión popular y la insumisión del cerrajero paralizan el desahucio de una anciana en Lizoain
El desahucio impulsado por el Arzobispado de Iruñea de una anciana de 88 años vecina de Lizoain ha quedado suspendido tras la movilización de la Plataforma en defensa del Patrimonio navarro. El cerrajero que había acudido sin tener conocimiento de que se trataba de un desahucio se ha negado a participar.
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La Plataforma en Defensa del Patrimonio había convocado para este lunes una concentración en Lizoain para impedir que Felicia Itoiz fuera expulsada de la casa concejil de la localidad.
Itoiz, viuda de 87 años, reside en esa vivienda desde 1981 y tuvo que enterarse de que la iban a echar de casa después de que en el banco le dijeran que el Arzobispado no había aceptado el pago del mes pasado en concepto de alquiler. Recurrió a los tribunales, pero no le dieron la razón.
Hasta el lugar se ha desplazado la comitiva judicial y agentes de la Policía Foral, así como el cerrajero que debía cambiar la cerradura de la vivienda.
Sin embargo, este último se ha negado a llevar a cabo ese trabajo, ya que, al parecer, ha acudido sin saber en qué consistía lo que debía hacer.
Felicia Itoiz ha explicado que pidió al propio arbobispo de Iruñea, Francisco Pérez, que le dejara permanecer allí debido a su avanzada edad, aunque este no aceptó.
El hecho de que haya sido la Plataforma en Defensa del Patrimonio quien se ha movilizado se debe a que la casa en cuestión fue inscrita a su nombre por el Arzobispado en virtud de la polémica ley franquista mediante la que la Iglesia se apropió de más de mil bienes en Nafarroa (incluida la mayoría de las viviendas que los ayuntamientos cedían a curas, pero también fincas y hasta un frontón) sin justificación alguna.
El Ayuntamiento de la localidad –que de no haber mediado la inmatriculación, sería legítimo dueño de la propiedad– ha intentado mediar en favor de la anciana, pero la Iglesia no ha dado su brazo a torcer.