La invisibilidad de Ahaztuak 1936-1977. Agresión fascista al monolito de Berriozar.

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Desde Ahaztuak no vamos a reivindicar, y menos en este caso, la exclusividad o patrimonio de la “memoria histórica”. Aunque desde determinados colectivos sea una práctica bastante habitual, nosotros y nosotras siempre hemos defendido que nadie debería pretender tener el monopolio de la memoria, y que al margen de quien sea la iniciativa, los homenajes, placas, monolitos, exhumaciones, etc., una vez realizados, son patrimonio de todos y todas. La memoria no se debería acotar, no es propiedad privada de nadie, la sociedad es su propietaria y depositaria.

En ese sentido, cada cual, sea institución, colectivo o a título personal, es muy libre de homenajear, reivindicar o desagraviar, cómo y dónde mejor le parezca. Pero, creemos que deberían existir unos mínimos, no ya de corrección política, sino de cortesía. ¿Alguien ha entrado en contacto con nosotros y nosotras para informarnos de sus intenciones? Menos el ayuntamiento de Berriozar, para comunicarnos su intención de poner una denuncia, nadie. Y siendo los promotores de la colocación del monolito, qué menos que contactar con Ahaztuak para, entre todos y todas, decidir qué iniciativas llevar adelante. A no ser que la cuestión sea, que nuestra presencia molesta para determinados objetivos de referencialidad.

En Ahaztuak 1936-1977 tuvimos la iniciativa, dentro de una práctica que llevamos desarrollando estos últimos años, de colocar, el 26 de octubre de 2014, dos monolitos en Berriozar, uno de ellos el que ha sufrido la agresión de la que hablamos.

Y vaya por delante, nuestro agradecimiento a todas las muestras de solidaridad y de repulsa hacia la agresión sufrida. Pero, y aunque probablemente no importe mucho, alguien se habrá podido preguntar, y ¿qué piensa Ahaztuak?

Algunos, según los medios que se lean, ni eso, porque ni se nos cita. En otros se cita a Ahaztuak como promotor de la iniciativa, junto al ayuntamiento de Berriozar, y cuando se habla de valoraciones y acciones a llevar en adelante, podemos leer sobre homenajes como el del Drogas, la valoración del ayuntamiento de Berriozar y su intención de restituir y limpiar el monolito, o la condena y exigencia del esclarecimiento de los hechos por parte de Asociación de Familiares de Fusilados (AFFNA).

Sin embargo, nadie sabe nuestra opinión; si pasamos del tema, si queremos repararlo o preferimos dejarlo como está para visualizar la agresión, si lo hemos denunciado, si hemos mostrado nuestra repulsa, si hemos exigido que se investigue, o si hemos evidenciado el modelo de impunidad del que disfrutan los agresores. Y no porque no hayamos dado nuestra opinión, sino porque no se ha publicado.

Nos sentimos totalmente ninguneados. Enviamos una nota de prensa a todos los medios, acompañada de una fotografía del día de la colocación y otra donde se mostraba la agresión. En la nota de prensa hablábamos del significado de lo que denominamos “lugares de la memoria”, con los que queremos denunciar, así mismo, la dejación de responsabilidades y mostrar nuestra indignación por la nula implicación de las instituciones. Una labor de señalización que, mientras las instituciones no tomen cartas en el asunto, en la medida de nuestras fuerzas, seguiremos realizando.

En la nota de prensa, así mismo, se detallaba cómo se les asesinó y quiénes eran  los asesinados, y cómo fue intervenida la fosa en 1979, rindiéndoles homenaje el mismo año en Murillo el Fruto. Hablábamos del espíritu de venganza que mueve a los agresores, sabedores de su impunidad y del amparo, tanto institucional como judicial, que, en la mayoría de las ocasiones, disfrutan.

Desde Ahaztuak 1936-1977, al mismo tiempo que denunciábamos públicamente la agresión, exigíamos un rápido esclarecimiento de los hechos. Porque, de no ser así, estaremos ante un hecho de suma gravedad, demostrándose, una vez más, cómo el modelo de impunidad para el régimen franquista y sus crímenes permite y alienta ataques al derecho a la memoria de las victimas de aquel régimen dictatorial.

Los herederos del franquismo no quieren ningún símbolo que refleje las barbaridades franquistas. Con actuaciones como la que denunciamos quieren ocultar la verdad, pero nos tendrán una y otra vez enfrente empeñados en el reconocimiento público a quienes sufrieron las consecuencias del fascismo.  

Gehiago