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A pesar de que las últimas noches han sido tranquilas y que no se han producido incidentes, las y los tripulantes de las naves que se dirigen a Gaza son conscientes de que entran en la zona en la que Israel tratará de abortar su misión. De hecho, han visto drones merodeando por distintas embarcaciones. “Parece que solo tratan de monitorear al conjunto de embarcaciones y concretar como van a organizar el operativo para secuestrarlas a todas y con ellas, a todas las personas que vamos navegando”, indican desde la Flotilla, que suponen este ataque para esta noche o el miércoles.

Ahora, la Flotilla cuenta con la ayuda de barcos de la Medialuna Roja de Turkia, que les han proporcionado víveres adicionales, y de escoltas militares españolas, italianas, griegas y turcas, aunque estas fuerzas armadas tienen diferentes misiones, y en ningún caso se enfrentarían a las fuerzas sionistas. Así, el buque de la Armada Española, Furor, se encuentra a 10-12 millas náuticas detrás de la flotilla y su función es estar disponible para asistirla en caso de un ataque israelí. La fragata Alpino de la Armada italiana también sigue a la flotilla, pero tiene previsto cesar su escolta hoy mismo. Grecia declaró que garantizaría la navegación segura de los barcos en sus aguas, pero no seguirán la flotilla hacia Gaza. Turkía, más allá de la ayuda humanitaria, al parecer no enviará ningún buque de la armada, pero junto a Egipto, ha anunciado maniobras militares en la zona.

Acuerdos para el futuro de Palestina sin los palestinos
Las negociaciones sobre un posible “acuerdo de paz” que están negociando Trump y Netanyahu también han sido motivo de análisis por parte de la Flotilla. Recuerdan que estos movimientos se producen en medio de una movilización mundial a favor del pueblo palestino, y critican que el plan de paz apoyado por las monarquías árabes “que una y otra vez han traicionado al pueblo palestino” ni habla del genocidio israelí, ni exige juicios a los criminales de guerra, ni reparación al pueblo de Gaza por la destrucción sufrida. “El plan de Trump, consiste en que habrá un intercambio de prisioneros, entrada de ayuda humanitaria y alto el fuego permanente, siempre que Hamás entregue las armas y su militancia, o se exilie o pida la amnistía. Los habitantes de Gaza pueden seguir en Gaza, que será reconstruida (con dinero árabe). Gaza la gobernará un gobierno bajo control de Trump y con Toni Blair a la cabeza. El estado palestino se fija ad calendas graecas, y Cisjordania ni se nombra en el acuerdo”, detallan.

Por ello subrayan que es una solución del genocidio del pueblo de Gaza “pero sin preguntarle al pueblo de Gaza”, y reclaman que sean los y las palestinas quienes tengan la última palabra.