La Economía Circular aplicada al Plan de Residuos navarro
2015-ko urriak 28
Ahora que se está elaborando el Plan de Residuos, sería muy conveniente que se tuvieran en cuenta las aportaciones del Curso de Verano celebrado en Altsasu sobre “Economía Circular y Gestión de Residuos”, con especial atención al compostaje de la Materia Orgánica.
Organizado por la UPNA contó con la presencia de expertos de Cataluña, Italia, Galicia y Navarra, con ponencias de mucho interés y amplio debate. Desde Galicia acudió un autobús con 45 personas relacionadas en la gestión de residuos, muchas de ellas cargos institucionales y con la presencia el vicepresidente de la Diputación de Pontevedra.
Las conclusiones fueron: Que la Economía Circular nos enseña que debemos convertir nuestros RESIDUOS, en NUEVOS RECURSOS y hacerlo con el máximo aprovechamiento y al mínimo coste posible.
El uso y consumo que hacemos de todo tipo de recursos no puede ser despilfarrador, porque muchos de ellos se van agotando y porque los residuos mal reciclados, producen contaminación ambiental y contribuyen al Cambio Climático.
La Economía Circular ofrece además la posibilidad de nuevos puestos de trabajo. El ejemplo lo tenemos en los Traperos de Emaus, que son ahora más de 215 trabajadores/as y cuando empezaron, en 1980, eran 40.
No hay posibilidad de Economía Circular sin Separación y Recogida Selectiva de los Residuos de los distintos tipos, papel-cartón, vidrio, plásticos, aceites, voluminosos, etc., y sobre todo de la materia orgánica (biorresiduos). Sin la separación en origen, la recogida y transporte de la basura es muy contaminante y su tratamiento se convierte en mucho más caro y difícil. Eso debería repercutir, en las tasas que pagamos.
No todos los vecinos tenemos capacidad para reciclar los residuos, pero sí para separar en origen. Esto facilita la recogida selectiva. Quienes se encargan de reciclar deberían explicar a la población en qué convierten los residuos, en qué proporción se aprovechan, cuánto cuesta el proceso, qué mano de obra se emplea…
Sin embargo, el residuo mayoritario de nuestra bolsa de basura, la materia orgánica que supone alrededor del 45% de ella, sí se puede reciclar si está libre impropios. Es la fracción más fácil de reciclar, tal como lo hace la Naturaleza, sin grandes instalaciones ni costes de energía. A ese reciclaje se le llama COMPOSTAJE y se hace en contacto con el aire. Puede hacerse de forma centralizada (Mancomunidades, Ayuntamientos…) o descentralizada (compostaje individual CI, y comunitario CC). Con él se obtiene el “Abono Orgánico Natural”, que necesitan las tierras de cultivo para ser fértiles y producir buenos alimentos.
En la Economía Circular, del recurso “tierra fértil” obtenemos el recurso “alimentos”, de los residuos de esos alimentos obtenemos el recurso “compost”, que devuelto al campo nos permite recuperar el recurso “tierra fértil”, que a su vez nos volverá a dar el recurso “alimentos” sanos y nutritivos.
El compostaje de la MO lo podemos hacer con facilidad de manera individual (si tenemos huerta o un pequeño espacio verde), o como compostaje comunitario quienes sólo tenemos piso. Este es el más barato y socialmente beneficioso, es tecnología sencilla, poco gasto de energía e instalaciones, baja exigencia en formación técnica, accesibilidad y transparencia ante la población, participación ciudadana y colaboración solidaria entre el vecindario.
Los compostajes individual y comunitario no requieren sistemas de recogida tradicional, ni transporte, por lo que es el mejor para el medio ambiente. Va en aumento la participación ciudadana en Mendialdea, Sakana, Noáin, Compostela, Milán, Cataluña, etc., con lo cual son ya muchas las toneladas al año de biorresiduos que se convierten en abono orgánico natural para recuperar el suelo.
Existe otro tratamiento biológico de los biorresiduos, la biometanización que apenas salió a relucir en el Curso. ¿Por qué? ¿Quizá porque es más rentable para la industria pero menos para el campo? ¿Quizá porque las experiencias de biometanización están mayoritariamente en manos de empresas privadas que escapan al control público? ¿Quizá por requerir un sistema de recogida y transporte caro y contaminante? Como recordatorio aportamos los datos del informe publicado por MAGRAMA sobre la cantidad de gases de efecto invernadero que se echa a la atmósfera por kilogramo de residuo orgánico tratado: Vertedero = 46,15 gr; Incineración = 34,39 gr; Tratamiento Mecánico Biológico = 31,64gr; Compostaje centralizado de MO de RS = 15,99gr; Compostaje individual y comunitario = 0 gr.
Las ponencias de Italia y Cataluña recogieron el sistema de recogida puerta a puerta por su efectividad y posterior reciclaje y que permite iniciar la aplicación de tasas según generación, No está muy lejos el tiempo en el que los máximos dirigentes del Gobierno navarro “anatematizaron” ese sistema PaP por motivos políticos irracionales. Ello condujo a la mayoritaria MCP, y a otras mancomunidades, a elegir e invertir en un sistema de recogida selectiva de los biorresiduos, como el del 5º Contenedor voluntario, sistema que no cumplirá con los objetivos de la UE para 2020 por su bajo porcentaje de materia orgánica obtenida."
El que “Pague más quien más contamina” fue uno de los temas más citados en relación a las experiencias de Italia y Cataluña. Tasas, sobretasas e incentivos, cánones de vertido y de incineración, pago por generación y sus formas de aplicación… Temas cruciales que hay que debatir y aplicar con cierta urgencia.
Es el momento de enderezar en Navarra el rumbo sobre los sistemas vigentes de recogida y tratamiento de los residuos, en la dirección de cumplir las normativas europeas y la Economía Circular, que contemplan la Reducción, Reutilización y Reciclaje como algo necesario a nivel social, económico y ambientalmente sostenible.
Ana Malón, Julen Mendiguren y Juan del Barrio, miembros de Compañía de las 3 Erres