La denuncia por la tragedia de Bangladesh recorrió el centro comercial de Iruñea 2 años después
Más de 1.100 personas fallecieron en la fábrica textil que producía ropa para importantes marcas occidentales, las cuales no han asumido sus responsabilidades por las deporables condiciones laborales que imponen a la clase trabajadora de ese y otros países. Una manifestación señaló esas marcas en las calles de Iruñea.
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Dos años después del hundimiento de la fábrica textil Rana Plaza en Bangladesh en el que murieron 1.134 personas y hubo más de 2.500 heridos, la denuncia de las responsabilidades de algunas empresas occidentales recorrió ayer las calles de Iruñea. "Fue la crónica de un desastre anunciado", denunciaban ayer ante el Corte Ingles en la capital navarra. "La visión de las etiquetas de conocidas y marcas de ropa junto con cadáveres y escombros, sacudió las conciencias de un mundo que sigue poniendo en el centro la producción y la rentabilidad económica y la vida en los márgenes, junto a esas etiquetas".
Sin embargo, pocas de esas empresas asumieron su responsabilidad por lo ocurrido, y la mayoría tampoco adquirió compromiso alguno para la reparación de los daños. Las condiciones que imponen las grandes industrias textiles a los y las trabajadoras en estos países son deporables.
Desde que ocurrió el accidente poco o nada ha cambiado. "La deslocalización de puestos de trabajo y de personas trabajadoras continúa imparable como consecuencia de unas políticas que sólo responden frente a sus amos los mercados", dicen desde Los Martes al Sol, convocantes de la protesta.
Tan sólo 7 de las 27 empresas occidentales que operaban en el Rana Plaza se han comprometido en asumir responsabilidades y el Fondo de Compensación que gestiona la OIT solo había reunido 15 de los 40 millones de dólares necesarios para indemnizar a las familias.
Por otro lado, lo ocurrido en Rana Plaza y los años de luchas y protestas, dieron dos frutos: el Acuerdo sobre seguridad en la construcción de edificios y sistemas contra incendios, el llamado Acuerdo Bangladesh, de carácter vinculante y el aumento de salario mínimo de 30 a 50 euros mensuales. Pero el aumento de inspecciones, de salarios, las escasas indemnizaciones y las responsabilidades sociales corporativas "son sólo parches para poder seguir produciendo de esta manera tan atroz" a ojos de las organizaciones sindicales y sociales, "para poder seguir sustentando un sistema que obedece a dictados económicos que nada entienden de las necesidades básicas de las personas".