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Como primera iniciativa, han decidido llevar a cabo un plante a las pruebas diagnósticas del Gobierno foral y las PISA, al entender que estos mecanismos de evaluación del sistema educativo “tienen un efecto homogeneizador y mercantilista, que se alinea completamente con los objetivos finales de la LOMCE y son un paso previo a la implantación de las famosas reválidas”.

Creen que estas pruebas únicamente evalúan “una parte muy reducida y concreta de los conocimientos adquiridos en el periodo de aprendizaje, principalmente asignaturas instrumentales”, y que su objetivo es generar  “competitividad y clasificar a los modelos lingüísticos, los centros y los alumnos”. Censuran que no se tenga  en cuenta “el entorno social, económico ni cultural en el que se aplican”.

Estas pruebas “mercantilizan y ponen en el circuito económico, uno de los aspectos más esenciales de la educación, el sistema de evaluación. Donde empresas privadas, con intereses económicos propios gestionan este apartado”, denuncian. Así, el resultado de años de aprendizaje “se miden en escasas horas”, aseguran, “sin valorar el progreso y las competencias adquiridas dentro de ese proceso, ya que no evalúan el pensamiento propio, la iniciativa personal o la creatividad del alumno”.

Las asambleas con los agentes educativos y los plantes del alumnado a las pruebas diagnósticas del Gobierno de Navarra se han repetido en las últimas fechas, y denuncian “la falta de voluntad política” por parte del Gobierno foral, “que además de no revertir la sangría generada durante años por parte del gobierno de UPN/PP, sigue implantando pruebas diagnósticas, sin ningún consenso con los agentes educativos”.

Por ello, durante abril y mayo van a desarrollar una recogida de firmas en la Txantrea, pidiéndole al Gobierno que no realice ninguna prueba diagnóstica más “sin el consenso con todos los agentes educativos”. Además, continuarán organizando plantes para las pruebas diagnósticas de 4 y 6 de Primaria y la PISA de 4 DBH.