La Carta de los Derechos Sociales convoca movilizaciones para el 19J en favor de “la soberanía para sustentar la vida”
La Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria ha presentado hoy un manifiesto apoyado por trabajadores de los sectores que han destacado en los últimos meses en la lucha por la vida (sanidad, cuidado, comercio), personalidades de diferentes ámbitos (cultura, periodismo, mundo académico), y representantes de diversos movimientos sindicales y populares. Este manifiesto es una recopilación de las reivindicaciones que tendrán protagonismo en las movilizaciones del 19 de junio.
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Bajo el lema “Etxean geratu naiz. Orain kalera aterako gara. Burujabetza bizitzak sustengatzeko lehenik bizitza!”, decenas de personas han estampado su firma en un manifiesto que se ha dado a conocer hoy en un acto celebrado en la plaza del Arriaga de Bilbao y que es la base argumental de las movilizaciones que tendrán lugar el 19 de junio en diferentes puntos de Euskal Herria.
El manifiesto comienza recordando que la pandemia del coronavirus ha alterado la normalidad y que “las cosas han cambiado y no volveremos al anterior escenario”. Sin embargo, afirman no querer volver a la anterior normalidad, sino avanzar. “Queremos dejar atrás un modelo social incapaz de responder a una crisis sanitaria. Se ha de priorizar la protección de las personas, de las comunidades y del planeta, en lugar de la protección del mercado, del beneficio económico y de la propiedad privada. Es hora de poner en el centro los intereses de las y los trabajadores y del pueblo. ¡Primero la vida!”
Consideran que en las últimas décadas los gobernantes han adoptado medidas neoliberales, circunstancia que nos ha llevado a una situación de colapso. “El sistema capitalista, heteropatriarcal, racista, ecocida, colonialista ha conducido nuestras vidas al colapso. En el día a día de nuestro país se llevan a cabo políticas que suponen el rescate de la banca, continuos recortes en servicios públicos, el sometimiento del trabajo asalariado a un mercado insaciable a través de reformas laborales y la invisibilización de los trabajos esenciales. Las crisis suelen ser tiempos de cambio y oportunidades. Euskal Herria. Siglo XXI. Queremos ser dueñas y dueños de nuestras decisiones para sustentar nuestras vidas y decidir aquí con el fin de desarrollar políticas en función de las mayorías. Es indispensable un nuevo modelo socio-productivo. Exigimos un cambio de rumbo radical. No nos conformaremos con menos”, advierten.
En el manifiesto se reivindica garantizar todos los derechos sociales -salud, educación, alimentación saludable, vivienda, cultura- y la capacidad de decisión. “Es imprescindible una sociedad democrática que elimine de raíz cualquier discriminación por origen, raza, sexo, género, lengua o cualquier otro supuesto. Entendiendo que las instituciones tienen la misión intrínseca de garantizar los derechos de todas las personas, debemos hacer una transición desde un modelo basado en el individualismo hacia un modelo que fomente las prácticas colectivo-comunitarias, poniendo al alcance de todas las personas los medios que nos pertenecen y pudiendo realizar nuestras propias aportaciones”, afirman.
Por otro lado, piden reconocer y distribuir los trabajos que sustentan las vidas y garantizar unas condiciones laborales dignas a todas y a todos los trabajadores, incluidos quienes se encuentran en situación administrativa irregular. “Tenemos que revisar la producción, priorizar la aportación social, ampliar el conocimiento y reducir las horas de trabajo” para repartirlo y crear empleo de calidad.
Apuestan, así mismo, por poner en valor el sistema público y común (propiedad pública, modelo participativo) para hacer frente a la pobreza y a la precariedad cronificada. “Necesitamos un sistema de protección eficaz, potente y propio para las personas, construido por nosotras y nosotros. Tenemos el reto de satisfacer las necesidades vitales de los colectivos más vulnerables”, dicen en el manifiesto.
Aseguran que se percibe que la mayoría social “no está dispuesta a asumir las consecuencias negativas de la crisis generada por el sistema capitalista”, y por ello exigen el reparto equitativo de la riqueza acumulada “por unos pocos gracias a los beneficios del trabajo de la mayoría”. Además, advierten de que no se va a aceptar deudas ilegítimas. “Con objeto de que pague quien más tiene, serán necesarias reformas fiscales profundas. Las instituciones deben dejar de depender de la patronal y de ser rehenes del capital. Han de estar al servicio de los sectores populares”, indican.