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La Caravana Pirineos Alpes continúa con su recorrido por los Pirineos, en un trayecto lleno de memoria histórica, recordando que nuestros antepasados también tuvieron que huir de sus pueblos por culpa de la guerra y cruzar los Pirineos para salvar sus vidas. El domingo por la mañana visitaron el campo de Gurs-Oloron, el denominado campo vasco, donde hay una reconstrucción de uno de sus barracones en los que se internaron a miles de personas tras el golpe fascista de 1936. Francia quiso borrar cualquier vestigio de su cruel política de acogida y colaboracionismo con la creación de un bosque, pero la historia fue recuperada. El historiador Josu Chueca narró el periplo de quienes huían de la guerra y se encontraban con hacinamiento, hambre y condiciones de vida inhumanas. Gurs fue denominado campo de acogida oficialmente, pero realmente fue un campo de concentración que tras la caida de Francia en manos de los nazis sirvió como etapa previa para judios y disidentes que finalmente eran enviados a campos de exterminio.

Bielsa, la Gernika aragonesa

Desde Gurs, los y las solidarias que participan en la Caravana se dirigieron a Bielsa, la Gernika aragonesa, arrasada por los fascistas en 1938 tras la caida del frente aragones, y donde se vivió un éxodo masivo de republicanos hacia una Francia donde les esperaban unas autoridades poco receptivas y un pueblo solidario. Ya antes era estrecha la relación de las gentes de Bielsa con las del otro lado de la frontera por motivos laborales. Quienes participan en la Caravana tuvieron la oportunidad de conocer las historias de estas familias a traves de sus descendientes, con quienes compartieron canciones republicanas y revolucionarias, bailar al son de gaiteros y escuchar el testimonio de personas que han emigrado por razones económicas o políticas.