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Oblgados a estar presentes en las declaraciones de los policías españoles que les detuvieron y, que como ellos mismos han denunciado, les torturaron, ayer se celebró la tercera sesión del juicio por pertenencia a Segi contra 10 jóvenes de Iruñerria.

La práctica totalidad de los agentes policiales declararon por videoconferencia, lo cual "supone una grave vulneración de derechos puesto que no pueden garantizarse que los “testigos” no hablen entre ellos, no compartan información, ni siquiera de que estén solos en la sala de interrogatorios", según denunciaron los imputados. Según relataron, "era el Juez quien les advertía de que no debían hacerlo, si bien no puede confirmarlo. Es más, eran los propios policías declarantes quienes avisaban a los siguientes, por lo que se ve que no se cumple esa premisa".

Las declaraciones de los policías fueron tildadas de "vergonzosas". "No recuerdan y caen en contradicciones constantemente", equivocándose sobre el lugar de detención de los acusados, en qué año se produjeron las detenciones, sobre detalles importantes de los registros, etc. Así mismo, los acusados criticaron la actitud del fiscal. "No ha pronunciado ninguna vez de la misma manera los nombres y apellidos de los acusados, no sabe siquiera el genero de uno de los acusados, al cual ha nombrado hasta en dos ocasiones como “la acusada”, y para el cual pide 10 años. No se ha molestado ni en saber eso".

En este sentido, los imputados subrayan que sus vidas "dependen de “profesionales”, los cuales vemos como erran una y otra vez y cual es su actitud. No lo aceptamos".

El juicio proseguirá hoy con la declaración de los testigos de la defensa.