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El juicio contra los Arrantzale Bizardunak que colocaron la ikurriña en el Txupinazo del 2013 ha tomado un giro inesperado con el reconocimiento por parte de los acusados de haber sido los autores de la acción. Así pues, la estrategia y el trabajo de la Fiscalía ha quedado en un segundo plano, pues toda su labor se ha centrado en buscar pruebas que incriminaran a estas 5 personas en los hechos.

Antes del inicio del juicio, los acusados han realizado unas declaraciones en las que criticaban la actitud del Ayuntamiento y del alcalde Maya, ya que consideran que era la ikurriña "lo que molestaba", y que no había otros motivos técnicos o de seguridad para el retraso del Txupinazo .

En este sentido, los Arrantzales han reclamado la derogación de la Ley de Símbolos que hoy en día impide la presencia de la ikurriña en las instituciones públicas navarras, y han recordado que el Ayuntamiento de Iruñea izó esa bandera incluso antes que el de Gasteiz y el de Bilbo tras el Franquismo. "Ondeó con total normalidad durante la primera legislatura municipal, tras la muerte de Franco.  Las leyes en ese momento no hicieron otra cosa que acoger con total normalidad lo que la ciudadanía democrática había demandado durante el franquismo", pero sin embaro ahora, con la "discriminatoria" Ley de símbolos "se excluye y reprime a una parte importante de la ciudadania en sucesivos Sanfermines, actos publicos y folclóricos, e incluso representantes intitucionales han sufrido en propias carnes multas y amenazas", han denunciado.

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