Ibon Iparragirre será trasladado a un centro médico en Arrasate en situación de prisión atenuada
Etxerat considera "insuficiente y cruel" la decisión del juez al entender que la legislación penitenciaria dispone de suficientes mecanismos de control como son la pulsera telemática o la presentación periódica en el juzgado. Aun así, felicita a sus familiares y al pueblo de Ondarroa por el trabajo realizado.
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“Queremos enviar un fuerte abrazo a su familia, especialmente a su ama, Angelita, a sus hermanas y hermanos y al resto de familiares, porque sentimos muy de cerca todo el sufrimiento que también ellas y ellos están padeciendo, y valoramos lo mucho que han trabajado y luchado para que Ibon se mantenga con vida”, dice Etxerat, que recuerda la dramática situación del preso político vasco.
“La situación de Ibon Iparragirre es límite. La última analítica de mediados de setiembre de 2017 revela que tan sólo cuenta con 20 defensas, cuando una persona adulta sana cuenta con entre 723 y 1.124 defensas. Iparragirre padece SIDA en su fase C3, la fase terminal de la enfermedad”, por lo que consideran que Iparragirre “debe estar junto a los suyos y debe recibir tratamiento dignamente en su casa”, y no en un centro médico, como ha decidido el juez de Vigilancia Penitenciaria. Etxerat considera que el auto dictado por el juez de Vigilancia Penitenciaria, tras la petición fiscal, no responde a la situación límite que padece Ibon Iparragirre.
“Enviamos asimismo nuestra felicitación a sus amigos y allegados, al pueblo de Ondarroa y a la sociedad vasca, así como a los agentes políticos y sociales y a las instituciones, que en el caso de Ibon han ofrecido dedicación y han realizado gestiones dirigidas a lograr la suspensión de condena. Agradecemos sinceramente todo el trabajo realizado en favor de Ibon”, dice la nota, que recuerda que hay otros 21 presos vascos con enfermedades graves que continúan en prisión. “En estos momentos, más que nunca, es imprescindible que salgan de la cárcel”, dicen.