Haize Berriak, una coordinadora para luchar contra la proliferación de los parques éolicos en los montes de Iruñerria
Haize Berriak es el nombre de la coordinadora de plataformas de los distintos valles de la comarca de Iruñea afectados por los proyectos eólicos de la empresa Sacyr en el norte. Han elaborado un manifiesto y anuncian que las pltaformas agrupadas en esta coordinadora llevarán a cabo acciones de protesta conjuntas.
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Vecinos y vecinas de Eguesibar, Esteribar, Ezkabarte, Juslapeña, Lizoain-Arriasgoiti, Odieta y Olaibar han conformado la coordinadora Haize Berriak para luchar contra la proliferación de los parques eólicos en Iruñerria y abogar por “una transición energética sostenible con el territorio y las personas que lo habitan”.
Haize Berriak se presenta como coordinadora de las plataformas que existen en los citados municipios, afectados por 5 proyectos de parques eólicos promovidos por la empresa Sacyr.
Durante el año 2020 se han presentado, entre otros, proyectos de construcción de cinco parques eólicos de la empresa SACYR para los montes al norte de Iruñerria. Estos proyectos engloban un total de 56 aerogeneradores de 4 MW de potencia eléctrica cada uno.
Desde entonces, numerosos vecinos y vecinas de los citados municipios se han organizado y han llevado a cabo actuaciones para mostrar su desacuerdo con estos proyectos: presentación de aportaciones al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, recogida de firmas, charlas informativas o trípticos informativos, entre otras. Recientemente, Ahotsa.info y la Fundación Sustrai recogieron sus preocupaciones y demandas en el reportaje especial “Deabruaren Errotak”, donde se explican las afecciones que tienen estos parques eólicos en el medio natural y en la vida de las personas.
La Coordinadora Haize Berriak supone un paso adelante en la organización de la oposición vecinal con el fin de intercambiar las experiencias locales y promover actuaciones conjuntas. La coordinadora se ha presentado suscribiendo un manifiesto que recoge los motivos principales por los que se oponen a los proyectos presentados, así como las alternativas por las que abogan.
Entre las razones para rechazar estos proyectos destacan la pérdida de hábitats, algunos de ellos catalogados de interés comunitario; afecciones a la fauna, destacando dos especies catalogadas en peligro de extinción como el milano real y quebrantahuesos y afecciones también en las rutas migratorias de aves y quirópteros; el gran impacto paisajístico derivado de los desmontes en la construcción de pistas de acceso y plataformas, de las líneas de alta tensión y de los propios aerogeneradores; las consecuencias de la contaminación acústica sobre la salud; la insostenibilidad de macroproyectos que se alejan de un modelo energético descentralizado, eficiente y democrático y la destrucción de bosques maduros, sumideros de carbono imprescindibles en la lucha contra el cambio climático tal y como afirma el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático).
El manifiesto afirma que defienden las energías renovables, la eficiencia y la reducción del consumo energético como medidas para frenar el cambio climático. Insiste además, en la necesidad de promover una transición energética “basada en el autoconsumo individual, colectivo y de proximidad de energías renovables”. Finaliza abogando por la protección del territorio y fomento la economía local “que garantice que los pueblos sigan vivos, sin obviar el respeto a las decisiones de las entidades locales en la gestión del territorio”.