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“Tras conocer la última sentencia no podemos permanecer calladas, porque estamos hartas. Hartas de que se frivolice y se cuestione la práctica sistemática de la tortura”. Según han denunciado, sus hijos fueron incomunicados, estuvieron cinco días en manos de la policía, sin tener ningún contacto con personas de su confianza, sin asistencia de sus abogadas. Y niegan que declararan espontáneamente: “¿Por qué se van a autoinculpar sabiendo que eso supone años de cárcel?”

Los padres y madres han criticado a los jueces de la Audiencia Nacional que firman estas sentencias, y también “a los políticos que han dictado las leyes que dan cobertura a tanta injusticia; a la policía que sigue utilizando cualquier método, incluida la tortura, para conseguir la confesión que interesa para una condena; a los medios de comunicación que, sin respetar la presunción de inocencia, amplificaron las imputaciones realizadas sin pruebas, presentando ante la sociedad a nuestros hijos como terroristas; a los médicos forenses que no hicieron constar en sus informes el drama que nuestros hijos les relataron… Todos forman parte de ese sistema cruel que condena a nuestra juventud y también a nosotras a un sufrimiento injusto e innecesario”.

Según han señalado en la rueda de prensa de hoy, están orgullosas de sus hijos e hijas, les apoyan en su compromiso y se comprometen con ellas “en la lucha por una sociedad más justa, más igualitaria, más solidaria”.

“No admitimos la condena y mucho menos unas detenciones que consideramos ilegales, además de injustas”, han señalado. “Por eso, estamos junto a Xabat, Ainhoa, Marina, Bergoi, Igarki, Aiala e Ibon, y nos rebelamos contra tanto atropello. Juntos conseguiremos poner fin a tanta pesadilla y a tanta injusticia”.

Creen que es el momento de comprometerse. Por eso, han emplazado a los partidos a que tengan como prioridad en su agenda acabar con la persecución política y con la tortura. “No podemos mirar hacia otro lado, permitiendo que en las cloacas de un estado que se llama democrático se continúe con una lacra que evidencia precisamente que no lo es”, opinan.

Según han recordado, otros diez jóvenes de Iruñerria acaban de ser juzgados y están pendientes de sentencia, también acusados de ser de Segi. “Ni antes ni después aceptaremos más juicios ni sentencias condenatorias. No lo vais a tener fácil, cada vez somos más y más comprometidos. Levantaremos un muro solidario, una muralla de compromiso, que termine con estas injusticias”, han concluido.