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"La situación de los 12 presos gravemente enfermos es muy grave y su salud, lejos de mejorar, empeora cada día", ha afirmado Etxerat en una rueda de prensa ofrecida hoy en Gasteiz en la que han realizado un llamamiento a participar en las movilizaciones que tendrán lugar el 31 de mayo en Ondarroa y Baiona.

"Es hora de encender la alarma roja. La situación en la que mantienen a estos 12 presos políticos vascos,  gravemente enfermos, es insostenible y la conculcación de derechos diaria", ha afirmado la asociación de familiares y amigos de represaliados vascos y vascas.

Tras recordar que en tan solo el último año han fallecido tres presos políticos vascos en la cárcel, desde Etxerat han querido llamar la atención sobre las 12 personas que estando presas padecen enfermedades "muy graves" y que se encuentran "en una situación límite".

"Hablamos de cánceres en estadios avanzados, SIDA y enfermedades mentales que en la cárcel sólo empeoran. Y ante esto, como familiares, como amigos pero, sobre todo, como personas, la pregunta que nos hacemos es tan dura como clara: ¿cuántos de estos 12 presos tienen que morir en la cárcel para que los estados respeten sus derechos?".

A juicio de Etxerat los gobiernos español y francés "siguen empecinados en extender el dolor y el sufrimiento para obtener réditos políticos".

Etxerat ha informado de que entre los años 2008 y 2011 fueron 12 los presos que obtuvieron la libertad atenuada por su estado de salud. "La ley se aplicó, con muchas trabas, con muchos problemas, pero existía la posibilidad de que un preso enfermo pudiera tener una convivencia digna con su enfermedad", han recordado. Es después de 2011, una vez iniciado el proceso de paz y declarado el alto el fuego de ETA, cuando el acceso a la prisión atenuada o a cualquier otra medida de excarcelación por enfermedad grave e incurable queda definitivamente cerrado. "Desde entonces, se han tramitado 14 peticiones de libertad y sólo en un caso se ha aplicado la libertad condicional por enfermedad en estadio terminal, aplicación que posteriormente se ha revocado", ha recalcado Etxerat, haciendo referencia al caso de Ibon Iparragirre. Por ello, Etxerat denuncia el carácter político de estas decisiones, "que nada tienen que ver con criterios legales ni sanitarios".

No son ni Galindo, ni Vera ni Barrionuevo

En la rueda de prensa se han podido escuchar los testimonios de varios familiares de presos enfermos, cuyos casos han sido puestos en contraposición a los de personas condenadas por su relación con la guerra sucia. "3 presos políticos han fallecido y tenemos casos gravísimos con mal pronóstico pero aquí no existen razones humanitarias para rápidas excarcelaciones como con Rodriguez Galindo, Vera o Barrionuevo", dicen desde Etxerat.

"Cualquier persona que ha sufrido un cáncer, que padece una lesión grave de corazón o una enfermedad degenerativa sabe que su vida depende del estricto control del tratamiento prescrito. Y sabe también que las condiciones de insalubridad de las cárceles españolas y francesas sólo aportan riesgos añadidos a una situación suficientemente delicada", dice Etxerat.

Para la asociación de familiares, es muy significativo "que la vuelta de tuerca a la política penitenciaria" se haya dado precisamente después de que ETA haya cesado su actividad. "Esta violencia que sufrimos tiene que acabar ya. La sociedad vasca no puede admitir que se perpetúe una estrategia de estado basada en la crueldad, en el odio, en la venganza", remarcan.

Por ello, han realizado un llamamiento a la ciudadanía a participar en las dos manifestaciones que se celebrarán el próximo 31 de mayo en Ondarroa y Baiona para reclamar la libertad de los 12 presos enfermos.