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Las personas que participan en la protesta han bloquedado dos puertas del edificio de Admnistración y del Rectorado exigiendo que el Rector de la UPNA escuche sus reivindicaciones y asuma los resultados del referendum celebrado la semana pasada y que venía motivado por el cambio de matrícula aprobado en Consejo de Gobierno el pasado 28 de abril con el que la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales y la Escuela Téc. Sup. de Ingenieros Industriales y de Telecomunicación pasaron de tener una matrícula semestral a una anual con la consecuente eliminación de los semestres complementarios. Además, próximamente se prevé la obligatoriedad de la secuencialidad y la eliminación de la transversalidad, lo cual provoca un aumento sustancial de los precios de las matrículas en caso de tener asignaturas de diversas convocatorias y la posible eliminación de grupos de idiomas por no llegar al mínimo de alumnos permitido.

Todas estas medidas de carácter restrictivo han sido decididas por el Equipo Rectoral sin una consulta previa al colectivo estudiantil, los máximos perjudicados, supeditando la decisión de su implantación a órganos de gobierno en los que, en el mejor de los casos, los estudiantes tienen un 20% de participación, con 2 representantes de 30 en el máximo órgano, el Consejo de Gobierno.

“Nuestras peticiones eran que o bien se aceptase directamente nuestra posición de paralizar la reforma o que se realizase un nuevo referéndum vinculante a toda la comunidad universitaria (estudiantes, personal docente y personal administrativo) para decidirlo. Los representantes del Equipo Rectoral, como es costumbre, se han negado a escuchar nuestras reivindicaciones y tras unos momentos de discusión incluso han llegado a sostener que no tenemos nada que decidir sobre el futuro de nuestros estudios y que además les parece correcto”, ha denunciado la Asamblea de Estudiantes de la UPNA.

“Denunciamos que este Rectorado no representa los intereses de la comunidad estudiantil, que no atiende a los principios democráticos de los que una universidad pública debe ser valedora y de que día tras día su posición ha sido beligerante, manipuladora y difamadora. Las y los estudiantes no nos cansaremos nunca de luchar para que nuestra opinión sea escuchada ni nos cansaremos de defender nuestro derecho a una educación pública, laica, feminista y democrática, le pese a quien le pese”.