En la luz del sol
2014-ko abuztuak 14
Hace un mes Hilton Als declaró que la nostalgia es una cosa, pero
hacer arte del pasado es otra cosa totalmente distinta. Analiza la
creación de un presente a partir de la indagación del pasado. En su
ensayo describe esta experiencia con una preciosa metáfora sobre la
memoria, algo parecido a ver “fantasmas en la luz del sol”. De
alguna manera Als piensa que estamos compuestos de recuerdos y que
cuando éstos se manifiestan se realiza una convergencia del pasado y el presente que permite activar percepciones cargadas de identidad.
Esta reflexión, casi metafísica, nos acerca a nuestros recuerdos de
una manera especial, rompe las distancias del tiempo y el espacio y nos permite invocar la sombra de nuestros fantasmas. De este modo podemos contemplar a Enneko Haritza derrotando al invasor, a Martín Ttipia defendiendo la patria, a los mártires de Amaiur…
La pervivencia de estos recuerdos excede la mera censura de turno y la
transmisibilidad generacional garantiza la continuidad en el tiempo de
la identidad misma de la memoria vasca. Hoy en estos tiempos donde la
ausencia de libertades nos rodea (como la soga a la garganta) me gusta
imaginar a esos fantasmas junto a los 700 presos políticos, porque la
memoria es nuestro mejor aliado, porque la memoria es nuestro cuerpo, la memoria es la gente y las cosas que hemos amado o querido amar, y que somos, si no los cuerpos llenos de recuerdos de todos esos fantasmas en la luz del sol?